Tres agentes de policía -supuestamente- fueron el objetivo de un ataque armado en las afueras del oeste de Belfast, descrito por el PSNI y el Sinn Féin como intento de asesinato.
Los policías respondian a un informe de un robo en la zona de Foxes Glen de Dunmurry cuando el ataque ocurrió, alrededor de las 13:00 del jueves (hora local).
Cuando salían de su coche, se escucharon hasta seis disparos. Los agentes pese a no ser alcanzados, según han dicho los medios, quedaron bastante impresionados.
Este nuevo ataque se suma a la larga lista de acciones que no llegan a alcanzar su objetivo, pese a que en esta ocasión estaban situados a la espera de su objetivo.
La policía cree que el informe original de robo era falso, y pudo haber sido un intento de atraer a los agentes a la zona.
El inspector jefe del PSNI, Darrin Jones dijo:
"Me siento muy afortunado de que los responsables de este ataque fracasaran en su objetivo de asesinato", agregó.
Jones dijo que podrían haber estado tratando con una tragedia inimaginable, si la o las personas que apretaron el gatillo hubieran logrado su -supuesto- objetivo.
Stephen Magennis del SF dijo:
"Estaba en el jardín de mi casa cuando oí los disparos y salí corriendo para coger a mi hija, como hicieron otros padres. Tuvimos suerte de que nadie resultó herido o muerto".
En su opinión, la "llamada falsa" era para tender una emboscada al PSNI por parte de los republicanos armados, y dijo que solo "sirve a sus intereses", al tiempo que "perjudica a esta comunidad".
"Para mí, es intento de asesinato a la policía. Me alegro de que nadie resultó herido, pero muy fácilmente alguien en esta comunidad - si se trataba de niños o residentes - podría haber sido herido."
Theresa Villiers, Secretaria de Estado Británica para el Norte condenó el ataque.
"Estos oficiales son muy afortunados de no haber resultado muertos o heridos por un ataque tan cobarde y cruel."
Y agregó: "El trabajo del PSNI para proteger y servir a toda la comunidad saben que van a seguir haciéndolo a pesar de la amenaza planteada por una pequeña minoría con la intención de dañar las comunidades y destruir vidas".
Reivindicado por el Óglaigh na hÉireann (ONH) el día 17.
Los policías respondian a un informe de un robo en la zona de Foxes Glen de Dunmurry cuando el ataque ocurrió, alrededor de las 13:00 del jueves (hora local).
Cuando salían de su coche, se escucharon hasta seis disparos. Los agentes pese a no ser alcanzados, según han dicho los medios, quedaron bastante impresionados.
Este nuevo ataque se suma a la larga lista de acciones que no llegan a alcanzar su objetivo, pese a que en esta ocasión estaban situados a la espera de su objetivo.
La policía cree que el informe original de robo era falso, y pudo haber sido un intento de atraer a los agentes a la zona.
El inspector jefe del PSNI, Darrin Jones dijo:
"Me siento muy afortunado de que los responsables de este ataque fracasaran en su objetivo de asesinato", agregó.
Jones dijo que podrían haber estado tratando con una tragedia inimaginable, si la o las personas que apretaron el gatillo hubieran logrado su -supuesto- objetivo.
Stephen Magennis del SF dijo:
"Estaba en el jardín de mi casa cuando oí los disparos y salí corriendo para coger a mi hija, como hicieron otros padres. Tuvimos suerte de que nadie resultó herido o muerto".
En su opinión, la "llamada falsa" era para tender una emboscada al PSNI por parte de los republicanos armados, y dijo que solo "sirve a sus intereses", al tiempo que "perjudica a esta comunidad".
"Para mí, es intento de asesinato a la policía. Me alegro de que nadie resultó herido, pero muy fácilmente alguien en esta comunidad - si se trataba de niños o residentes - podría haber sido herido."
Theresa Villiers, Secretaria de Estado Británica para el Norte condenó el ataque.
"Estos oficiales son muy afortunados de no haber resultado muertos o heridos por un ataque tan cobarde y cruel."
Y agregó: "El trabajo del PSNI para proteger y servir a toda la comunidad saben que van a seguir haciéndolo a pesar de la amenaza planteada por una pequeña minoría con la intención de dañar las comunidades y destruir vidas".
-ACTUALIZACIÓN-
Reivindicado por el Óglaigh na hÉireann (ONH) el día 17.
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