El comentario provino de Paul Givan, quien renunció como primer ministro principal en febrero.
Tras la renuncia de Liz Truss, la NIO reiteró que si no se forma un ejecutivo antes del 28 de octubre, Chris Heaton-Harris "tendrá el deber legal" de convocar elecciones.
La Oficina Electoral dijo que se esperaba que sucediera el 15 de diciembre, cosa que no ha ocurrido.
Los cinco partidos más grandes de Stormont han estado celebrando reuniones periódicas en los últimos meses con la Brady sobre la situación financiera que enfrentan los departamentos. Ante la parálisis política, será su personal el que podría quedar a cargo de los hilos de la bolsa de Stormont.
La semana pasada, el ministro de Finanzas, Conor Murphy, advirtió que Stormont se enfrentaba a un gasto excesivo de 660 millones de libras esterlinas a menos que se tomaran medidas.
Givan dijo que su partido quería que las instituciones políticas de Stormont volvieran a funcionar, pero que no volvería a entrar en el gobierno hasta que se hicieran cambios en el 'Protocolo de Irlanda del Norte'.
El Ejecutivo de Stormont no ha funcionado plenamente desde febrero, cuando el DUP lo retiró del cargo de primer ministro en protesta por el protocolo, el acuerdo comercial posterior al Brexit para el Norte.
La última elección de la asamblea tuvo lugar el 5 de mayo y resultó en que Sinn Féin se convirtiera en el partido más grande por primera vez. Después de esa elección, el DUP volvió como el segundo partido más grande y se negó a reingresar al gobierno.
Las conversaciones entre el Reino Unido y la UE se han reanudado en un intento por resolver el problema del protocolo, pero no hay señales de un acuerdo inminente.
Givan dijo que el caos en Westminster estaba "contaminando la política de tratar de llegar a un acuerdo con la UE".
Dijo que "no le correspondía al DUP sacar al gobierno del apuro" e insistió en que su partido daría la bienvenida a otra elección de asamblea.
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