Los asesinos ingresaron al concurrido 'Rising Sun Bar' en ese pueblo de Derry, gritando cruelmente "truco o trato" mientras disparaban a los reunidos en el bar que disfrutaban de las festividades de Halloween.
Dejando atrás una escena de total devastación, el escuadrón de la muerte escapó con éxito, asistido por una patrulla de la RUC que se negó a perseguirlos a pesar de que los asesinos chocaron contra su patrulla.
Los muertos, cuya edad variaba entre diecinueve y ochenta y un años, eran Karen Thompson (19), Steven Mullan (20), John Moyne (50), John Burns (54), Moira Duddy (59), Joseph McDermott (60) , Víctor Montgomery (76) y James Moore (81).
La masacre fue solo una de las muchas atrocidades cometidas por los escuadrones de la muerte unionistas usando armas traídas a los Seis Condados desde el Apartheid de Sudáfrica por el agente británico y líder del escuadrón de la muerte unionista Brian Nelson.
Actuando bajo las órdenes de sus controladores estatales británicos, Brian Nelson hizo todo lo posible para convertir a los escuadrones de la muerte unionistas en máquinas de matar más eficientes que pudieran emprender mejor una campaña de terror contra la comunidad nacionalista.
Nelson fue solo uno de los muchos cientos de agentes que el estado británico dirigió dentro de los escuadrones de la muerte unionistas cuando planeaban y cometían asesinatos casi a diario durante las décadas de 1970, 1980 y principios de la de 1990.
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