Artículo de El Confidencial vía EFE (sin editar, como siempre apelamos a la lectura crítica de nuestros/as lectores):
El ministro británico para Irlanda del Norte, Chris Heaton-Harris, confirmó este viernes su intención de convocar nuevas elecciones en Irlanda del Norte, tras las celebradas el pasado mayo, si los partidos norirlandeses no consiguen formar un Gobierno antes del 28 de octubre.
El ministro conservador dijo que es su "obligación legal" llamar a esos comicios si el Ejecutivo sigue bloqueado por la negativa del Partido Democrático Unionista (DUP) a gobernar con el Sinn Féin, ganador de las recientes elecciones, hasta que no se resuelva la disputa por el protocolo del Brexit.
Heaton-Harris hizo estas declaraciones en una rueda de prensa tras la llamada Conferencia intergubernamental británico-irlandesa, en la que el ministro de Exteriores de Irlanda, Simon Coveney, admitió que preferiría que el conflicto se resolviera sin necesidad de volver a pasar por las urnas.
Coveney dijo que los norirlandeses desean que sus instituciones funcionen para "tomar decisiones para las familias y las empresas de allí", pero advirtió de que unos nuevos comicios volverán a crear divisiones en torno al asunto del Protocolo de Irlanda del Norte. Los ministros británico e irlandés se mostraron "positivos" ante la posibilidad de que el Reino Unido y la Unión Europea (UE) lleguen a una solución satisfactoria sobre esa polémica cláusula y previeron que "habrá mucha actividad" diplomática antes del 28 de octubre.
"Creo que todos estamos trabajando con buen ánimo y buena cooperación a fin de conseguir los cambios que se requieren para llegar a una solución negociada", dijo Heaton-Harris, que ocupa el cargo desde el 6 de septiembre con el nuevo Gobierno británico de Liz Truss.
Coveney afirmó que "no es realista" pensar que puede haber un acuerdo definitivo en las próximas tres semanas, pero opinó que lo importante es que haya "un gran paso adelante" que sirva para persuadir "a la comunidad unionista" de entrar en el Gobierno norirlandés.
Londres ha pedido sin éxito a Bruselas cambiar el Protocolo, que impone controles de mercancías entre Gran Bretaña y la provincia británica de Irlanda del Norte, a fin de evitar que haya una frontera física en la isla de Irlanda -lo que contravendría los acuerdos de paz de 1998-. Tanto el Gobierno conservador británico, que firmó la controvertida cláusula, como los unionistas del DUP coinciden ahora en que, al crear fricción comercial, queda amenazada la integridad territorial del Reino Unido.
Las elecciones del pasado 5 de mayo, que ganaron los republicanos de Sinn Féin por primera vez en la historia, fueron provocadas por la dimisión en febrero del Ejecutivo autónomo de poder compartido del entonces ministro principal del DUP, Paul Givan, en protesta por el protocolo. Después de los comicios de hace cinco meses, el DUP, que quedó segundo, se negó a designar un candidato para ser viceministro principal en un Ejecutivo norirlandés liderado por Michelle O'Neill, con el objetivo de presionar a Londres para que desmantelara el acuerdo que firmó con la UE.
El Gobierno de Dublín, parte interesada en las negociaciones, se ha mostrado optimista de que puede haber avances bajo el nuevo liderazgo de Truss, que se ha mostrado más receptiva en su cargo de primera ministra que cuando se encargaba de la negociación.
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