Se podrá estar en contra o a favor de la trayectoria vital de la persona que centra esta noticia, pero desde luego lo que es realmente indigno es la actitud de la Garda en el entierro de Seamus McKenna el miércoles. Hechos penosos que recuerdan bastante a los vividos en el funeral del histórico republicano Ruairí Ó Brádaigh.Seamus McKenna de 58 años de edad, murió en el hospital a principios de esta semana por las heridas sufridas al caer de un techo mientras trabajaba en una escuela cerca de Dundalk.
El día de su funeral, en el Condado de Louth, hubo una fuerte presencia de la Garda en la iglesia de Santa María en Ravensdale, justo en la frontera artificial, para , según ellos, asegurar que no hubiese una 'demostración de fuerza' republicana.
Pese a que no hubo incidentes, se vivieron escenas más que desagradables de decenas de miembros del cuerpo policial literalmente rodeando la tumba de McKenna y apostados en la zona, y previamente rodeando el coche fúnebre durante el cortejo de la iglesia al cementerio.
Recordemos que McKenna fue absuelto de toda responsabilidad tras una acción civil adoptada por los familiares de las víctimas de la masacre de Omagh.
Dijeron que estaba vinculado a los teléfonos móviles utilizados en el ataque de 1998, que asesinó a 29 personas, entre ellas una mujer embarazada de gemelos.
El ataque atribuido al R.IRA sienpre ha estado acompañado de dudas bastante fundadas de algún tipo de participación de la 'inteligencia' británica, y en su momento causo una verdadera conmoción, haciendo que el propio R.IRA declarase un alto el fuego y durante años se viera sumido en el ostracismo y repudio, afectando de igual manera a su grupo político afín, el 32CSM.
En los últimos tiempos se dijo que estaba cerca del Óglaigh na hÉireann y la RNU fue la encargada de llevar a cabo el acompañamiento de estilo republicano en el cortejo fúnebre, aunque se evitaron los actos de tipo militar.
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