No era un partido más, era uno de esos partidos históricos, y cumplió con creces las previsiones, pese a que el resultado se decantó claramente del lado del Celtic...pero en esta ocasión, el resultado no era lo más importante.
No sólo los fans de Cliftonville y Celtic estaban pegados a la cobertura en vivo, sino también los aficionados al fútbol con ganas de ver si David vencia a Goliat.
Este no era un encuentro europeo estándar - esto era constructores, maestros, funcionarios públicos y plomeros mano a mano con los profesionales a tiempo completo que se codean con Barcelonas y Benficas.
Los jugadores y miembros del Celtic hicieron todo lo posible para agradar a sus seguidores y a los del Cliftonville, se sacaron fotos, firmaron autógrafos, pelotearon con algunos aficionados...repartieron alegría.
La atmósfera se había estado construyendo durante todo el día con multitudes en los clubes sociales y bares de la zona durante la tarde.
El mural que había sido vandalizado por energúmenos de la ICF (Inter City Firm), fue repintado convenientemente para la cita. Y pese a las amenazas y las advertencias sobre llevar los colores identificativos de las hinchdas, ambas aficiones las lucieron con orgullo.
Banderas verdes y blancas lucharon con el rojo de la Red Army y las familias locales, con sus lealtades divididas, hicieron todo lo posible para mostrar cuáles eran sus corazones. No faltó tampoco el lugar para mostrar las simpatías con otros pueblos, y la solidaridad con diversas causas como por ejemplo la petición de libertad para el soldado americano Bradley Manning (encarcelado en EE.UU por filtrar a Wikileaks, entre otras cosas, un vídeo sobre Iraq donde se ve un ataque americano mortal contra civiles y un par de periodistas iraquíes de Reuters).
Dos goles en el primer tiempo pueden desmoralizar a cualquier equipo 'menor' pero Cliftonville respondió valientemente tras el descanso y su afición no paró de animar a su gente, mezclando en ocasiones cánticos comunes de dos aficiones que son una sola. El resultado final de 0-3 para el Celtic, era lo esperado.
Desde sectores unionistas han criticado las consignas lanzadas, calificándolas de sectarias y pro IRA (que haberlas hailas), es evidente que a ellos no les iba a gustar el partido, tan evidente como que a los aficionados de ambos equipos no se les iba a olvidar la semana de disturbios que han protagonizado hordas de lealistas, no iban a dejar de cantar “One flag in Ireland”, y no iban a dejar pasar la oportunidad de mostrar su hostilidad a la Orden de Orange "If you hate the Orange bastards clap your hands".
Ahora, unos piden sanciones para el Celtic, mientras los otros recuerdan un día memorable y un partido inolvidable... y para rematar, Lennon, de Lurgan, dió la vuelta al campo entre aplausos de toda la afición.
Y por si fuera poco, no hubo demasiados incidentes (más allá de los propios de una concentración masiva) a la salida de las aficiones, salvo algún encontronazo y cruce de insultos cerca de Carlisle Circus, donde fueron interpelados de igual modo por algunos lealistas que se habían reunido en el lado de Denmark Street.
Para el tema del desarrollo del encuentro en sí, os recomendamos la crónica de nuestros compañeros del Pedro Campbell CSC de Uruguay.
Fotos del Belfast Telegraph y de Twitter.
No sólo los fans de Cliftonville y Celtic estaban pegados a la cobertura en vivo, sino también los aficionados al fútbol con ganas de ver si David vencia a Goliat.
Este no era un encuentro europeo estándar - esto era constructores, maestros, funcionarios públicos y plomeros mano a mano con los profesionales a tiempo completo que se codean con Barcelonas y Benficas.
Los jugadores y miembros del Celtic hicieron todo lo posible para agradar a sus seguidores y a los del Cliftonville, se sacaron fotos, firmaron autógrafos, pelotearon con algunos aficionados...repartieron alegría.
La atmósfera se había estado construyendo durante todo el día con multitudes en los clubes sociales y bares de la zona durante la tarde.
El mural que había sido vandalizado por energúmenos de la ICF (Inter City Firm), fue repintado convenientemente para la cita. Y pese a las amenazas y las advertencias sobre llevar los colores identificativos de las hinchdas, ambas aficiones las lucieron con orgullo.
Banderas verdes y blancas lucharon con el rojo de la Red Army y las familias locales, con sus lealtades divididas, hicieron todo lo posible para mostrar cuáles eran sus corazones. No faltó tampoco el lugar para mostrar las simpatías con otros pueblos, y la solidaridad con diversas causas como por ejemplo la petición de libertad para el soldado americano Bradley Manning (encarcelado en EE.UU por filtrar a Wikileaks, entre otras cosas, un vídeo sobre Iraq donde se ve un ataque americano mortal contra civiles y un par de periodistas iraquíes de Reuters).
Dos goles en el primer tiempo pueden desmoralizar a cualquier equipo 'menor' pero Cliftonville respondió valientemente tras el descanso y su afición no paró de animar a su gente, mezclando en ocasiones cánticos comunes de dos aficiones que son una sola. El resultado final de 0-3 para el Celtic, era lo esperado.
Desde sectores unionistas han criticado las consignas lanzadas, calificándolas de sectarias y pro IRA (que haberlas hailas), es evidente que a ellos no les iba a gustar el partido, tan evidente como que a los aficionados de ambos equipos no se les iba a olvidar la semana de disturbios que han protagonizado hordas de lealistas, no iban a dejar de cantar “One flag in Ireland”, y no iban a dejar pasar la oportunidad de mostrar su hostilidad a la Orden de Orange "If you hate the Orange bastards clap your hands".
Ahora, unos piden sanciones para el Celtic, mientras los otros recuerdan un día memorable y un partido inolvidable... y para rematar, Lennon, de Lurgan, dió la vuelta al campo entre aplausos de toda la afición.
Para el tema del desarrollo del encuentro en sí, os recomendamos la crónica de nuestros compañeros del Pedro Campbell CSC de Uruguay.
Fotos del Belfast Telegraph y de Twitter.
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