Pese a estar viviendo un verano lleno de disturbios bastante notorios, esta cortina de humo no debe impedir que veamos lo que hay detrás, y sobre todo, la tendencia global en el norte de Irlanda.
Es cierto que los recientes disturbios en el Este de Belfast, en Lurgan, Craigavon, Ballyclare, Oldpark/Broadway, Portadown, Ardoyne y otros de menor intensidad, dejan un paisaje desolador, pero no es menos cierto que en algunos de ellos el componente netamente político ha sido menor -aunque no debe obviarse y varía mucho según el incidente del que hablemos-, y el protagonismo paulatinamente lo van cogiendo los 'hoods' en muchos de los disturbios más violentos, que van adquiriendo un caracter social que refleja una fractura más allá de la política y el sectarismo clásico, entrando de lleno en los problemas económicos y sociales que se van acercando entre ambas comunidades.
La crisis económica está literalmente destrozando las zonas de clase trabajadora del Norte, y de manera muy especial a la juventud, haciendo que un sector de esta juventud se implique en una serie de violencia "recreativa" y otro sector se acerque a movimientos de corte paramilitar como una salida a su situación.
Desde una visión más global, podemos ver en estos últimos años un descenso en los ataques contra sedes de las logias orangistas, sedes de la OAH (1) , sedes de la GAA (2), un descenso de los ataques sectarios, un descenso de choques en varias interfaces, un descenso en los incidentes en torno a los más de 500 desfiles estivales, un descenso evidente en la tensión política, un aumento del contacto intercomunitario, un aumento de los eventos compartidos, un aumento a fin de cuentas de la tolerancia mutua, que con altibajos empieza a ser una constante año a año.
Como contrapunto con carga política tenemos, en el lado republicano, la violencia armada ascendente en el último lustro, practicada por los diversos grupos del estilo del C.IRA, R.IRA, ÓnahÉ/ONH, la "nueva IRA" de la zona de Tyrone y en otra dimensión, RAAD.
Pese a lo abultado de la sopa de letras, es evidente que su campaña armada dista mucho de la del P.IRA, y desde luego parece estar bastante infiltrada y con un bajo apoyo social, al menos hasta ahora. Aunque es más que evidente que el nivel de enfrentamiento armado ahora es más elevado que hace cinco años, se están dando ciertas muestras de falta de coordinación, fragmentación (con sucesivas escisiones) y disputas internas entre las múltiples facciones.
Los datos sobre la actividad armada no dejan de reflejar que el conflicto a resultas de la ocupación no ha sido resuelto y que aún hay gente que piensa que la lucha violenta es el único método, y este factor se debe tener muy presente, aunque personalmente tengamos opiniones contrarias al uso de la violencia por parte de estos grupos.
No podemos, ni debemos olvidar, que pese a la persistencia de la ocupación el tiempo juega en su contra y lo que en estos últimos años ha sido aumento de actividad, puede empezar a decrecer conforme la represión (PSNI-MI5-Securócratas-Garda, etc...) se vuelva a hacer más efectiva, y viendo los datos de estos grupos, hay una evidencia de un trabajo de fondo que está minando su capacidad y creando contradicciones.
Otro factor diferente que considero que se debe tener en cuenta es el aumento paulatino, pero lento, de los apoyos a los grupos políticos contrarios al GFA (3), lo cual no quiere decir (sería una simplificación absurda) que sea una ecuación exacta en cuanto al aumento del apoyo a la lucha armada, sino más bien, un creciente descontento con la estrategia, totalmente asentada en el establishment, del Sinn Féin.
Pese a que estos grupos son minoritarios, los que antes eran cientos ahora son miles, los que antes eran micro grupos ahora son grupos pequeños, y en algunos, el potencial de crecimiento es evidente.
Solo el tiempo dirá si es posible encauzar todo ese potencial hacia una transformación del movimiento republicano, para volver hacia una senda combativa hacia la reunificación, sin la sombra de la violencia armada y con la superación del problema cuasi endémico de las escisiones.
En cuanto al lealismo, su descenso y decrepitud es evidente, su último apoyo político, el PUP, está en franco retroceso, y las organizaciones paramilitares, pese a las "muestras de fuerza" durante los últimos meses, solo dejan una imágen de matonismo y de intereses personales para librarse de juicios venideros auspiciados por las investigaciones del HET (4), conseguir dinero "de los fondos para la paz" y mantener ciertos espacios para la impunidad en los trapicheos.
La realidad de estos grupos es que sin soporte social, sin base política, y sin un "enemigo realmente potente" al que agarrarse, tienen una ruta muy marcada hacia la desaparición (como representantes de un sector de la comunidad).
Hará falta tiempo, sin duda, pero en mi humilde opinión, las líneas están claramente marcadas y la paulatina marginación e irrelevancia son ya algo que dificilmente tiene vuelta atrás (aunque ya se sabe que en el Norte nada es imposible) y que en estos momentos no es más acelerada por la situación de crisis, que evidentemente crea cuadros nuevos en las organizaciones paramilitares como un modo de escape de una realidad social y económica desesperanzadora.
Esto nos lleva a unos Seis Condados donde la confrontación se ciñe más a la "política" y menos a las calles (quien lo dude, por favor que consulte cualquier vídeo de youtube sobre la situación hace algunas décadas) y en donde las líneas divisorias del sectarismo lentamente van decreciendo. Sí, soy consciende de que los "muros de paz" no solo persisten sino que aumentan, pero creo firmemente que es un proceso que a medio plazo se va a invertir y que la desconfianza dejará lugar a una lenta pero segura reintegración de ambas comunidades en una sola, al menos a un nivel de convivencia mínima.
Todo lo dicho con anterioridad, viene en un contexto actual impuesto marcado por una grave crísis económica, en un contexto de zonas deprimidas, olvidadas y marginadas por los políticos asentados en Stormont, y por supuesto, de un gran descontento juvenil que no conoce de política ni de religión. Elementos todos ellos que sin duda son un grave problema que enfrenta el Norte y que contribuyen a aumentar las tensiones.
Los 'hoods' , los 'disturbios de recreo', la criminalidad, las drogas, el alcoholismo, los suicidios, la marginalidad y marginación social, la falta de valores, el fracaso escolar, etc... Son el caldo de cultivo que alimenta los conflictos callejeros, los enfrentamientos intercomunitarios y el alza del racismo y la xenofóbia -muy marcado en las áreas unionistas/lealistas, pero no exclusivo de ellas- y condiciona y ralentiza la evolución hacia una sociedad más unida.
El Republicanismo debe entender que es momento de adaptarse a los cambios sin por ello renunciar a los principios, es el momento de desbordar la política del SF dando un giro a la izquierda y a la reivindicación real, permanente y efectiva de la Unidad de Irlanda, que no es más que un Derecho del Pueblo irlandés y como tal debe ser perseguido, no como una "graciosa concesión"del gobierno británico.
Pero todo esto se debe hacer muy pegados al terreno, alejados de un dogmatismo que muchas veces crea rechazo entre sectores potencialmente cercanos al republicanismo.
Hará falta mucha pedagogía en la población, sobre todo en el sector marcadamente unionista, pero el camino a la reunificación pasa irremediablemente por sumar, y eso solo se puede hacer dando motivos reales y de peso a la población unionista.
Pero antes, en mi opinión, debe hacerse una autocrítica dentro del propio republicanismo y el nacionalismo, y este será un proceso largo, muy largo.
Los cambios en la Historia suelen ser lentos, pero creo que el del norte de Irlanda hace tiempo que está empezando y solo falta saber destacar las contradicciones de los partidos del establishment, que solo quieren llegar a la 'normalización', sin por ello caer en el juego del matonismo y la cierta permisividad con los 'hoods'.
Se debe empezar a afrontar los "nuevos" problemas como el racismo y la xenofóbia, que no son sino una pieza más del detestable puzzle de la crisis del Sistema, y por supuesto se debe seriamente articular respuestas ante la crisis económica, y en esto, el republicanismo tiene un papel importante que jugar en sus comunidades.
Pese a que las últimas semanas han dejado un paisaje de fuego y violencia, creo que al disiparse el humo de las algaradas, con cada vez mayor claridad se verá la nueva realidad del Norte. Ante ello solo quedan dos caminos, adaptarse y combatir los puntos negativos desde una base sólida sin renunciar a los principios o intentar avivar unos rescoldos cada vez menos intensos entrando una y otra vez en una espiral cruel, intensa pero lentamente decreciente.
Solo el tiempo dará y quitará razones, esperemos que los cambios sean aprovechados por el Republicanismo irlandés, en su totalidad, para resituarse y desde una posición de fortaleza avanzar hacia la reunificación de Irlanda.
El mayor reto al que se enfrenta el Norte en estos tiempos, en mi opinión, no es ya el conflicto intercomunitario, sino la eclosión del germen de pobreza larvada, soterrada bajo décadas de los 'Troubles', que afecta a un porcentaje enorme de la población de clase trabajadora, que si no es tratado de una manera conveniente puede ser la gasolina más eficaz para que el humo vuelva a cegar las salidas a la situación de Irlanda.
Antes de acabar quiero dejar algunas cosas claras:
a). Los llamados hoods, condenados hoy por el SF son los mismos que hace años los shinners utilizaban, la hipocresía es algo que debería empezar a mirarse cierta gente (no solo el SF).
Si se hubiera hecho algo desde hace tiempo para intentar arraigar a los desarraigados por el Sistema, quizás estaríamos ante otro escenario.
b). No se debe confundir los hoods con los republicanos que defienden sus comunidades ante las agresiones sectarias y la intimidación, por mucho que algunos se empeñen en decir que todo es lo mismo.
C). Aunque no he tratado el tema, si quiero dejar claro que en los disturbios se sigue viendo la distinta forma de actuar del PSNI según nos hallemos ante un disturbio en zona republicana/nacionalista o un disturbio en zona lealista/unionista (o provocados por ellos).
En las primeras, a buen seguro tenemos muchas detenciones posteriores, uso de material represivo desde el primer momento (balas de plástico, cañones de agua,etc...) y en las segundas mayor contención y por lo general escasas detenciones.
Aunque, es bien cierto que a muchos de los que son/somos de fuera de los seis Condados nos llama la atención la actitud en cualquier disturbio, de contención y espera del PSNI, muy alejado de la manera de actuar de las policias diversas en el estado español (por poner un ejemplo que conozco), es evidente que el pasado y el presente de los Seis Condados hacen que las actitudes policiales sean más "pasivas" que las de otros lugares.
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1-Ancient Order of Hibernians.
2-Gaelic Athletic Association (Asociación atlética gaélica/Asociación de Deportes Gaélicos).
3-Good Friday Agreement (Acuerdos del Viernes Santo).
4-Historical Enquiries Team (Equipo de investigaciones históricas).
-El norte de Irlanda-
No Religious Freedom For Mosques
Hace 2 horas
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