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lunes, 30 de diciembre de 2013

La Casa Blanca presiona para lograr un acuerdo en las conversaciones de Haass

BBC-PA
Desde Uniradioinforma; La Casa Blanca llamó hoy a los cinco partidos de Irlanda del Norte a que hagan los
compromisos necesarios para alcanzar un acuerdo sobre el uso de la bandera, la organización de desfiles y, en general, sobre como lidiar con el pasado violento.

En un comunicado, la vocera del Consejo Nacional de Seguridad, Caitlin Hayden, urgió a nombre de la Casa Blanca a alcanzar "un acuerdo que pueda ayudar a curar las divisiones que continúan interponiéndose entre el pueblo de Irlanda del Norte y el futuro que merecen".

Explicó que las negociaciones conducidas con la mediación del diplomático estadunidense Richard Haass han alcanzado una coyuntura crítica, aunque el objetivo sigue siendo alcanzar un compromiso antes de que termine este año.

Indico que el inicio de las pláticas demostró el compromiso de los partidos y el pueblo de Irlanda del Norte para avanzar en temas que aún causan división en el país, y expresó la confianza de la Casa Blanca en que sea alcanzada una solución si hay voluntad política.

Según reportes de prensa, las conversaciones fueron concluidas este domingo sin un acuerdo, y serán reanudadas mañana lunes luego de que se hayan logrado compromisos entre 80 y 90 por ciento de los temas, según un funcionario norirlandés citado por la agencia británica BBC.

De otro lado desde ANSA hablan del tema de la siguiente manera (apelo a una lectura crítica de la noticia habida cuenta de que no ha sido editada y aunque en algunos extremos no estamos de acuerdo, consideramos que hay puntos que refuerzan el conocimiento de como van las conversaciones); Los cinco partidos políticos que conforman el Ejecutivo norirlandés continúan esta semana las negociaciones para hallar una solución de último momento a las diferencias políticas por temas como el izado de banderas, los desfiles orangistas y el pasado por un conflicto sectario que provocó más de 3.500 muertes en Irlanda del Norte.

Las agrupaciones se reunirán nuevamente mañana para buscar destrabar el "impasse" político. Las negociaciones, encabezadas por el ex diplomático estadounidense Richard Haass desde junio pasado, finalizaron el sábado sin un acuerdo concreto.

Haass regresó este fin de semana a Belfast procedente de Estados Unidos, tras haber fallado en conseguir un acuerdo previo a Navidad.

"Estoy de regreso para un último esfuerzo que ayude a conseguir un acuerdo duradero", dijo el ex diplomático.

Haass y su co-mediadora, la profesora de Harvard Meghan O'Sullivan, tienen previsto abandonar Irlanda del Norte antes del Año Nuevo.

El esperado acuerdo busca sellarse tras incidentes violentos durante la temporada de desfiles de la orden protestante de Orange, tanto en el verano boreal como a principios de este año, cuando cientos de policías resultaron heridos en enfrentamientos con jóvenes protestantes y católicos por la retirada de la bandera británica del Ayuntamiento de Belfast, que sólo ondea ya en días señalados.

Hasta diciembre de 2012, el estandarte británico (Union Jack) ondeaba en un mástil de ese edificio cada día del año desde hacía un siglo.

Los cambios por el izado llevaron sin embargo a muchos jóvenes, en su mayoría de la comunidad unionista protestante, a repudiar el hecho.

Ese grupo busca mantener los lazos históricos y culturales con el Reino Unido, mientras que los republicanos quieren una Irlanda unida independiente del control de Londres.

Las negociaciones buscan también el fin de la violencia durante las marchas de la Orden de Orange, durante las cuales la comunidad unionista celebra la victoria del rey protestante Guillermo III de Orange sobre el católico Jaime II en la batalla del Boyne en 1690, desfiles que, en muchos casos, atraviesan zonas nacionalistas republicanas.

La violencia paramilitar entre los republicanos mayoritariamente católicos y los protestantes pro-británicos, que comenzó en los 70, terminó en gran parte desde el acuerdo de paz firmado el Viernes Santo de 1998, aunque varias zonas de Belfast siguen registrando enfrentamientos durante los meses de verano, cuando los grupos protestantes celebran desfiles tradicionales que los nacionalistas consideran una provocación.

El acuerdo propuesto por Haass a los partidos políticos norirlandeses también busca revertir una radicalización de la ciudadanía más joven y un creciente accionar de los disidentes del IRA, que fueron capaces de intensificar en los últimos meses su campaña armada y que, según la Policía, representan una amenaza seria para la paz.

Este sábado, el ministro principal de Irlanda del Norte y jefe del Partido Democrático Unionista (DUP), Peter Robinson, afirmó que algunos elementos de la propuesta "son impracticables".

"De todos modos, somos optimistas que podremos alcanzar un acuerdo, pero no llegará a las apresuradas", advirtió.

Por su parte, su vice y miembro del principal partido nacionalista del país, el Sinn Fein, Martin McGuinness, sostuvo que si Haas y O'Sullivan abandonan Irlanda del Norte sin un acuerdo "será una vergüenza terrible para políticos y para el proceso de paz".

"Mostrará claramente la falta de liderazgo en términos de hacer frente a desafíos muy difíciles", agregó. LBO-FM/MRZ

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