El exdiplomático mantiene desde septiembre conversaciones con todas las formaciones de la región para tratar de llegar a un acuerdo respecto a asuntos como el de las banderas, los desfiles y el legado de 30 años de un conflicto que causó más de 3.500 muertos.
Tras iniciar hoy [lunes] una nueva ronda de negociaciones en Belfast, Haass instó a los participantes a "intensificar" los encuentros para poder plantear propuestas concretas "en las próximas dos semanas", antes de que concluya este proceso a final de año.
Durante ese periodo mantendrá tres reuniones privadas con cada uno de los cinco partidos que forman el Gobierno autónomo de poder compartido entre católicos y protestantes, con los que abordará los tres principales asuntos que les mantienen divididos.
En una comparecencia ante los medios hoy en Belfast, Haass aseguró que es "posible" y "necesario" efectuar avances sobre la cuestión de las banderas, los desfiles y el legado del conflicto.
"Lo que espero es que la gente venga a estas reuniones preparada para afrontarlas con concreción. Quiero que sepan que existe cierta urgencia", señaló el que fuera enviado especial de EEUU para Irlanda del Norte entre 2001 y 2003.
El objetivo, apuntó, es que, "antes de Navidades", se logre un "acuerdo significativo".
"He oído que algunos dicen que soy optimista, otros nos han calificado de ambiciosos. Acepto esas dos descripciones, pero añadiría que soy realista", dijo Haass.
Desde septiembre, su equipo de mediadores ha mantenido más de cien reuniones y se ha dirigido a más de 500 personas durante un proceso que ha incluido, además de a los políticos, a otros representantes de la sociedad norirlandesa.
También ha recibido, explicó Haass, más de 600 propuestas de "individuos y grupos" con ideas para resolver estas cuestiones, que han hecho brotar actos de violencia en las calles de la provincia.
Así sucedió el pasado verano durante la temporada de desfiles de la orden protestante de Orange o a principios de este año, cuando cientos de policías resultaron heridos en enfrentamientos con jóvenes protestantes y católicos por la retirada de la bandera británica del Ayuntamiento de Belfast, que solo ondea ya en días señalados.
Entre las ideas planteadas por Haass destaca la adopción de una nueva bandera para Irlanda del Norte o la redacción de un "código de conducta" que establezca normas sobre el despliegue de "banderas y emblemas de manera no oficial en lugares públicos", como podría ser un desfile orangista o en los murales de fachadas de edificios.
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