No sólo quedo muy por delante de sus competidores en una carrera espectacular con un tiempo de 10:46, sino que Jason también rompió otro récord mundial,quedando como el más rápido en la historia paralímpica.
El joven de Derry de 25 años de edad, lució con orgullo la bandera tricolor irlandesa en una vuelta al estadio, saludando a la multitud que lo vitoreaba. Sus padres y su esposa le animaban desde las gradas.
Jason fue diagnosticado con la enfermedad de Stargardts, un trastorno genético que deriva en la pérdida parcial de la vista. Desde su infancia, Jason siempre ha estado involucrado en el deporte y destacó en carreras de velocidad.
Jason hizo su debut internacional en 2004, compitiendo en los Juegos Junior de la Commonwealth en Australia.
McKillop con un tiempo de 1:57.22, venció a Mohamed Charmi de Túnez con 2:01.45 y Brad Scott de Australia con 2:02.04.
Michael, de Newtownabbey en Antrim, sufre de parálisis cerebral y es uno de los más exitosos atletas paralímpicos de Irlanda.
Él ganó el título T37 800m en Pekín y fue el doble campeón del mundo y plusmarquista mundial sobre 800m y 1500m llegando a los Juegos de Londres.
Entrenado por su padre, Paddy, él tiene el honor de ser el primer atleta masculino en romper un récord mundial en el Estadio Olímpico de Londres.
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