A partir de hoy los norirlandeses contarán con un nuevo Ministerio, el de Justicia, y un nuevo ministro -todo apunta al líder del Partido de la Alianza, David Ford- quien también será el responsable de la Policía norirlandesa. Ésta es lo que Shaun Woodward, el delegado del Gobierno británico en el norte de Irlanda, describió como «la pieza final en el puzzle de las transferencias», y significa la creación de un nuevo Ministerio para el Ejecutivo del norte de Irlanda.
A pesar de que la transferencia de Justicia y Policía ya se incluia en el Acuerdo de Viernes Santo de 1998, ésta ha sido una de las cuestiones más contenciosas del proceso político. Mientras que la comunidad nacionalista, y especialmente la republicana, consideraban que la Policía norirlandesa era «90% protestante y 100% unionista» y exigían reformas que fueron avaladas por la comisión independiente descabezada por el británico Chris Patten en 1999, los unionistas mostraban su preocupación por que aquellos que se habían enfrentado a las fuerzas de seguridad durante los treinta años de conflicto armado pudieran estar a cargo de evaluar la labor policial. Hoy, la posibilidad de profundizar la ya iniciada reforma de la estructura policial depende del Ejecutivo pluripartito en el que se sientan Sinn Féin y DUP, y los unionistas han superado sus temores para afrontar un futuro en el que se profundizará el proceso de paz y político y materializarán cambios palpables para la sociedad norirlandesa.
La Asamblea legislativa inicia hoy una reunión histórica que comienza a las 12:00 horas y, después del procedimiento habitual, el primer punto en su agenda es la elección del ministro de Justicia, lo que hará definitivamente efectiva esta transferencia . A partir de hoy, y por primera vez desde que en 1972 Londres retirara el poder judicial y policial al Ejecutivo unionista de Stormont, la Asamblea de Belfast podrá elaborar su propia legislación en materia criminal y civil, aunque las leyes relativas a ofensas «terroristas», entre otras cuestiones, seguirán en manos de Londres.
El Ejecutivo recibirá casi mil millones de euros para establecer el nuevo Ministerio, y de ahora en adelante, será el encargado de administrar estos fondos que recibirá anualmente de las arcas británicas.
El nuevo Ministerio será responsable del control de la Policía, el servicio de prisiones, la Fiscalía Pública, los tribunales y servicios forenses, entre otros órganos. Hasta hoy, todas estas instituciones estaban controladas por el Gobierno de Londres. Sin embargo, la transferencia no incluye otras agencias consideradas por el Ejecutivo británico como delicadas desde el punto de vista de su seguridad, tales como la Agencia del Crimen Organizado, Fronteras y Aduanas, y la agencia de inteligencia MI5. Así mismo, todas las materias relacionadas con extradiciones seguirán bajo el control de Londres.
Además, se crea la figura del Fiscal General, que entre sus responsabilidades contará con el consejo legal al Ejecutivo norirlandés. Los partidos representados en la Asamblea de Belfast ya han acordado nombrar para el cargo a John Larkin, un abogado de Belfast que ha representado a varios políticos norirlandeses durante su carrera.
Nuevo ministro de Justicia
El nuevo ministro de Justicia, que todo apunta que será el líder del Partido de la Alianza, David Ford, tendrá que responder de sus acciones ante un comité parlamentario, tal y como hacen el resto de los miembros del Gabinete norirlandés.
En los últimos dos años, y específicamente desde el otoño del 2008, el nombre de David Ford ha estado vinculado a la transferencia de Justicia y Policía. Fue entonces cuando Sinn Féin y DUP llegaron a un acuerdo sobre la estructura del nuevo Ministerio, y decidieron que para conseguir el apoyo de ambas comunidades, el nuevo ministro no debería pertenecer a la comunidad unionista ni a la nacionalista, y el Partido de la Alianza es el único que encaja en esa descripción, ya que desde su creación se ha mantenido en ese territorio neutral entre las dos corrientes ideológicas. La inclusión de Ford en el Gabinete dotaría a su partido de una presencia en el Ejecutivo que no ha conseguido gracias a los votos.
Sin embargo, la cuestión de las nominaciones para el Ministerio de Justicia devolvió la polémica al panorama político norirlandés, ya que el nacionalista SDLP reclamó el cargo para sí, al considerar que les pertenece en aplicación del método d'Hont, que es utilizado para la formación del Ejecutivo y que se basa en la representación parlamentaria de los partidos. No obstante, como apunta Sinn Féin, el Acuerdo de San Andrés ya indicaba que el ministro de Justicia sería elegido mediante una votación en la Asamblea que requerirá la mayoría tanto del grupo parlamentario unionista como del nacionalista. Este procedimiento será revisado en el 2012.
A pesar de ello, SDLP nominó el 8 de febrero a su candidato, Alban Maginness, tal y como se recogía en el Acuerdo de Hillsborough. La sorpresa la dio el Partido de la Alianza con su decisión de no designar un candidato hasta que se consiguieran avances en otros aspectos del proceso, y más específicamente, en torno a una estrategia para las relaciones entre las comunidades protestantes y católicas y la legislación de derechos. Fue a finales de ese mes, al anunciar Martin McGuinness y Peter Robinson un acuerdo en el hoja de ruta de la legislación de Derechos Civiles, cuando el Partido de la Alianza decidió postular a David Ford para el cargo.
David Ford nació en Kent hace 58 años, de padre galés y madre norirlandesa, y permaneció en Inglaterra hasta 1969, cuando se trasladó a vivir a Belfast, donde concluyó sus estudios de Económicas antes de iniciar su carrera como trabajador social en 1973. Ford llegó al liderazgo del partido de la Alianza en el 2001, en un momento en el que el acuerdo gubernamental entre el DUP y Sinn Féin había eclipsado al resto de las agrupaciones políticas norirlandesas, pero con cada cita electoral ha reforzado su posición dentro del partido.
Sin embargo, y a pesar de una práctica política que evita la retórica, David Ford también es conocido por sus meteduras de pata. Sin ir más lejos, en marzo, tuvo que reunirse con los familiares de las víctimas del Domingo Sangriento para disculparse por declarar, mediante una nota filtrada a la BBC, que la investigación pública de lo sucedido el 30 de enero de 1974, cuando catorce civiles murieron a manos del Ejército británico en Derry, «carecía de sentido». «Está claro que en ese correo usé una frase inapropiada que ha resultado realmente ofensiva. Les he dicho a las familias que lamento haberles ofendido», explicó Ford, a quien a pesar de estos problemas, se le reconoce como un buen estratega y político.
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