"An té nach bhfuil láidir ní foláir dhó bheith glic"


Céad míle fáilte!


sábado, 24 de abril de 2010

La rebelión de Pascua de 1916

En un día tan señalado como hoy,no puedo dejar pasar una breve crónica de lo que fue aquél alzamiento,para ello me apoyo en un texto de eloihr.net. y otro de Innisfree.

En Dublin, el lunes 24 de abril de 1916, llegó la explosión. Una coalición de socialistas conocida como el Ejército del Pueblo al mando de James Connolly, y los Voluntarios Irlandeses de la Hermandad Republicana Irlandesa al mando del maestro y abogado Patrick Pearse, habían estado conspirando desde 1914 para llevar a cabo una violenta revolución aprovechando la distracción británica durante la guerra de Europa. El éxito dependía de la respuesta de las masas de irlandeses a la llamada para alzarse en armas y expulsar a los británicos. Los que se unieran a la rebelión serían equipados con armas compradas a los alemanes. Entre los 14 dirigentes que lideraron este levantamiento, además de Connolly y Pearse, se encontraban Thomas Mac Donough, Seán J. Heuston, el mayor John Mac Bride, Tom Clarke y Joseph Plunkett.

Ninguno de los líderes de esta revuelta se hacía ilusiones de vencer a los británicos si éstos decidían hacerles frente en una guerra total. En su lugar, esperaban que los británicos no pudieran permitirse el lujo de desviar tropas del frente de Europa y que simplemente decidieran retirarse de Irlanda, o que, si esto no ocurría, al menos tendrían la esperanza de que la rebelión pudiera llevarlos a la mesa de negociaciones, donde se podría realizar un acuerdo aceptable. Y tal vez lo más importante era que también pensaban que si el levantamiento fracasaba, todos aquellos que murieran por la causa se convertirían en grandes mártires que inspirarían a los irlandeses para organizar otra futura rebelión más exitosa.

Desde el principio, los rebeldes tuvieron mala suerte. Tres días antes del alzamiento, el cargamento de armas alemanas fue interceptado y Roger Casement, el conspirador que se había encargado de su entrega, fue hecho prisionero. De modo que no había forma de armar a las masas para el día señalado, el domingo de Pascua. A pesar de la confusión que este suceso ocasionó entre los rebeldes, Connolly y Pearse decidieron seguir adelante con el alzamiento. Sólo unos 1.000 hombres se dieron cita en el Liberty Hall, desde donde partieron en pequeñas unidades para alcanzar y ocupar puntos estratégicos en Dublin, con el objetivo de bloquear los movimientos de las guarniciones británicas y prevenir la llegada de refuerzos. El principal grupo ocupó la Oficina General de Correos (G.P.O.), donde Pearse leyó la proclama de la República de Irlanda. Los enfrentamientos armados no tardaron en producirse, al igual que el saqueo de tiendas y almacenes por parte de la gente más pobre. Las tropas de refuerzo británicas llegaron pronto, al igual que la artillería, que descargó toda su fuerza sobre el centro de Dublin. El viernes por la noche, el cuartel general de los rebeldes el la G.P.O. ardía sin control y los Voluntarios lo abandonaron. En la tarde del sábado, Pearse aceptaba la invitación del comandante británico, el general Lowe, para rendirse.

Los rebeldes que se rindieron fueron llevados al cuartel de Richmond, donde los cabecillas fueron separados del resto de prisioneros. Algunos de los rebeldes más jóvenes fueron liberados, pero la mayor parte de ellos fueron embarcados a Gran Bretaña para ser encerrados. Sólo unos 160 rebeldes fueron juzgados por traición, y solamente 77 de ellos fueron condenados a pena de muerte, muchas de las cuales fueron conmutadas por penas de prisión. Pero las cosas no fueron iguales para los líderes de la rebelión, incluidos los siete firmantes de la Proclama, que nada más rendirse fueron fusilados. El último de los rebeldes en ser ejecutado fue Connolly, el 12 de mayo, a quien tuvieron que sentar en una silla para enfrentarse al pelotón de fusilamiento, ya que no podía mantenerse en pie debido a las graves heridas que había sufrido en los tobillos durante la rebelión.

Aquella rebelión estaba condenada al fracaso, concebida como un acto romántico sin la preparación precisa y sin el imprescindible respaldo popular. Fue la última insurrección fallida de una larga lista que recorre siglo tras siglo la historia irlandesa. Sin embargo, todo va a cambiar, como escribió el poeta W. B. Yeats (“Una terrible belleza ha nacido”). A la sublevación, Londres respondió con la ejecución de los líderes republicanos y con una ola de represión tan violenta que obtuvo un efecto no deseado: la mayoría social, que hasta entonces no respaldaba la vía revolucionaria, comenzó a simpatizar con el Sinn Féin, el movimiento político nacionalista irlandés. Y, en las elecciones generales británicas de diciembre de 1918, las urnas dieron a los nacionalistas en Irlanda una contundente mayoría con el 70% de los votos. Los diputados del Sinn Féin rehusaron ocupar sus escaños en Westminster y, en claro desafío, se constituyeron en Dublín en la primera Dáil Éireann (asamblea irlandesa).

La represión abrió entonces el camino de la Guerra de Independencia, que terminaría en 1921 con el Tratado angloirlandés que consagró la partición de la isla en dos: un Estado Libre (formado por los 26 condados del Sur) y una provincia británica en los 6 condados del Norte. Aquí se encuentra el origen del conflicto norirlandés que conocemos en la actualidad. El Estado Libre, que nació en medio de una guerra civil entre nacionalistas, enfrentando trágicamente a defensores y detractores del Tratado, de hecho irá consolidando el camino hacia la independencia, rompiendo paulatinamente lazos con Londres hasta la definitiva constitución de la República en 1948. Por eso, la República irlandesa de hoy se considera heredera de aquellos rebeldes de 1916, a quienes se honra en calles, estaciones, monumentos.

PASCUA DE 1916

(William Butler Yeats)

Con ellos me he cruzado al caer el día
cuando venían, la mirada intensa,
de algún escritorio o ventanilla
entre sombrías casas dieciochescas.
Con la cabeza los he saludado,
o con alguna amable frase hecha;
me he detenido otras veces un rato
a decir otra amable frase hecha,
y antes de terminarla he pensado,
en un escarnio o maledicencia
para dar gusto a alguien sentado
en el club, cerca de la chimenea,
seguro como estaba de que todos
en un país de bufones vivimos;
todo cambiado, cambiado del todo:
una terrible belleza ha nacido.

El día se pasaba esa mujer
ocupada en su buena voluntad
de ignorante; la noche, en perder
la voz por discutir y pelear.
¿Acaso existía voz más grata
que su voz cuando, bonita y joven,
en pos de los lebreles cabalgaba?
Dirigía una escuela este hombre,
jinete del caballo alado nuestro;
este otro, su ayudante y amigo,
entonces empezaba a mostrar genio,
podría haber adquirido prestigio,
su sensibilidad tal parecía,
tal el arrojo y la delicadeza
de sus ideas. A este veía
en sueños, jactancioso, sin maneras,
y borracho. Peor no pudo obrar
con personas a quienes quiero tanto,
pero en esta canción figurará,
y es que también él ha renunciado
a su papel en la incierta comedia;
él también ha cambiado y se ha visto
transformado de todas las maneras:
una terrible belleza ha nacido.

A lo largo de inviernos y veranos
un corazón con una idea fija
parece convertida por encanto
en piedra que agita las aguas vivas.
El caballo que por la senda corre,
el jinete, los pájaros de vuelo
errante atravesando nubarrones:
ellos cambian momento tras momento;
una sombra de nube en curso de agua,
de un momento a otro ha cambiado;
en la ribera un casco resbala,
y un caballo cae chapoteando;
va la zancuda focha a sumergirse,
a un macho llama una focha hembra;
ellos momento tras momento viven,
y sigue en medio de todo la piedra.

En piedra puede acabar convertido
un corazón de sacrificar tanto.
Ah, ¿cuándo se hartarán? Papel divino
es ese, el nuestro es ir musitando
nombre tras nombre, como una madre
el de su hijo, cuando al fin el sueño
se apodera de las extremidades
que estaban agitándose sin freno.
¿Y no es esto el anochecer acaso?
No, no, no es la noche; es la muerte;
¿Fue inútil esa muerte al fin y al cabo?
Porque Inglaterra su palabra puede
cumplir por todo lo dicho y hecho.
Conocemos el sueño de ellos; basta
con saber que soñaron y están muertos.
Pero ¿qué importa si un amor sin tasa
hasta la muerte los enajenó?
Todo esto voy yo a escribir en rima:
MacBride y MacDonagh, el profesor,
Pearse y Connolly, el sindicalista,
ahora mismo y en tiempos venideros,
dondequiera que el verde sea exhibido,
del todo habrán cambiado todos ellos:
una terrible belleza ha nacido.

[Versión rimada de Daniel Aguirre (W. B. Yeats, Antología Poética, editorial Lumen, 2005).]
[Texto original en inglés: pulsa aquí].

La declaración del gobierno provisional de la República de Irlanda al pueblo irlandés:

En inglés:
En gaélico irlandés:
En euskera:
En castellano:

Los carteles son sacados de la página de éirígí.

Texto traducido:

-Del Gobierno provisional de la República Irlandesa al pueblo irlandés-

Irlandeses e irlandesas:

En nombre de Dios y en el de las generaciones de muertos de las que ha heredado su vieja tradición nacional, Irlanda, a través de nosotros, convoca a sus hijos ante su bandera y clama por su libertad.

Habiendo organizado y entrenado a sus hombres en la organización revolucionaria secreta que es la Hermandad Republicana Irlandesa, en sus organizaciones militares abiertamente conocidas: los Voluntarios Irlandeses y el Ejército de los Ciudadanos Irlandeses, habiéndoles pacientemente entrenado en la disciplina, habiendo esperado al momento oportuno para alzarse, aprovechando la oportunidad en la cual, ayudada por sus hijos exiliados en América y sus valerosos aliados en Europa, pero contando sobre todo en su propia fuerza, golpea, segura de su victoria.

Declaramos soberano e imperecedero el derecho del pueblo irlandés a la propiedad de Irlanda y al control de su destino, sin cadenas , a ser soberanos y legítimos. La larga usurpación de este derecho por un pueblo y un gobierno extranjero no lo ha abolido y jamás lo será únicamente mediante la destrucción del pueblo de irlanda. En cada generación, el pueblo irlandés ha revindicado su derecho a la libertad y a la soberanía nacional: seis veces en los últimos trescientos años, lo ha hecho mediante las armas. Basándonos en este principio fundamental y reafirmándolo mediante las armas de cara al mundo, proclamamos la República de Irlanda como estado independiente y soberano. Entregamos nuestras vidas y la de nuestros compañeros de armas por la causa de su libertad, su prosperidad y a su resplandor entre las naciones.

La República de Irlanda está en su derecho de esperar, y así lo reclama, el apoyo de cada irlandés e irlandesa. La República garantiza las libertades civiles y religiosas, la igualdad de derechos y oportunidades para todos sus ciudadanos. Proclama su determinación a asegurar la felicidad y la prosperidad de toda la nación y de todas sus gentes, ama por igual a todos los hijos de la nación y olvida las divergencias que, cuidadosamente cultivadas por un gobierno extranjero, han dividido una minoría de la mayoría en el pasado.

Hasta que nuestras armas hayan aprovechado el momento oportuno para establecer un Gobierno Nacional permanente, representando al pueblo entero de Irlanda y elegido mediante el sufragio de todos los hombres y mujeres; el Gobierno provisional, aquí constituido, administrará los asuntos civiles y militares de la República con la confianza del pueblo.

Ponemos la causa de la República Irlandesa bajo la protección de Dios Todopoderoso, al cual imploramos su bendición sobre nuestras armas, y rezamos para que ningún servidor de esta causa la deshonre por cobardía, lesa humanidad o pillaje. En esta hora suprema, la nación irlandesa debe, por su valor y disciplina y por el espíritu de sacrificio de sus hijos, mostrarse digna de su augusto destino al que está llamada.

Firmado en nombre del Gobierno Provisional:

Thomas J. CLARKE Sean Mc DIARMADA Thomas MAC DONAGH P. H. PEARSE Eammonn CEANNT James CONNOLLY Joseph PLUNKETT

Durante estos días un grupo de personas ha realizado una pequeña campaña en recuerdo a los caidos en el alzamiento de 1916 y de paso han ayudado a informar de la existencia de esta página(lo cual es de agradecer),de esa manera poco a poco la idéa es ir acercando una realidad desconocida y muchas veces deformada de lo que es la historia de Irlanda,y los porqués del conflicto del norte.
La campaña consistió según se ha indicado en el reparto de unas hojas explicativas y la colocación de varios carteles en las calles para recordar aquella fecha.
Agradezco a las tabernas que les han permitido poner los carteles y por supuesto a las personas que han colaborado en la campaña y me han enviado el diseño que han utilizado en los carteles (el cual paso a poner arriba).


Espero por otro lado (este año o el próximo) poder hacer una pequeña charla sobre este tema (y sobre Irlanda),para ello desde ya me he propuesto ir contactando con gente que pudiera colaborar en el tema,si va saliendo alguna cosa concreta iré informando.

3 comentarios:

Neo dijo...

Muy buen trabajo. Me quedo por aquí, desde luego... Si vas a organizar algo, en mi blog puedes escribirme.

Estamos en contacto, compañero!

P.D.: Céad míle fáilte! me ha matado jajaja

Anónimo dijo...

Un interesante reclamo a investigar una de las revueltas de la turbulenta historia del pueblo irlandés. Gracias por compartirlo e instigar curiosidad a una futura historiadora :)

Alias dijo...

Neo y Zaida, gracias por vuestras palabras, se agradecen!

Zaida, si he despertado en algo tu curiosidad por Irlanda, me doy por satisfecho, ahora te queda indagar y profundizar en el tema. Suerte futura historiadora!!!