Fionntan Hughes, como se llama el chaval, disfrutaba buscando artefactos enterrados con su detector antiguo (un detector «barato, poco más que un juguete», según Vintage News). Y le regalaron uno más evolucionado por su décimo cumpleaños. El descubrimiento lo hizo jugando con su primo a orillas del río Blackwater, según informa «Ancients-origins.net».
Resulta que el nuevo detector pitó dos veces antes a orillas del río, siendo «baratijas insignificantes», según la BBC. Pero a la tercera vino la vencida, y a treinta centímetros debajo del suelo estaba el oxidado objeto que tuvo que llevar a casa para lavar con la manguera del jardín.
Como no sabían el origen del arma, la familia decidió hacer algunas fotografías de su hallazgo y las enviaron a los comerciantes de armas antiguas, que la fecharon provisionalmente entre el s.XVII y el s.XIX. Entre sus características más importantes está la empuñadura que podría ser la que usaban los oficiales desde el 1720 a 1780, según cuenta «Ancients-origins.net», aunque una rotura en la parte superior y el lodo que todavía tiene el arma dificulta su encuadre preciso, ya que hasta podría ser un arma de principios XIX porque esa empuñadura también corresponde.
Un experto consultado añade que el arma fue «probablemente la espada de un oficial inglés», según informa la BBC, debido a la ornamentación de su diseño. La espada se habría utilizado con fines ceremoniales, que también hay dudas aquí porque podría haber sido la posesión de un civil, ya que en Irlanda los miembros de la élite disponían de ellas y los duelos eran muy comunes en el s.XVIII.
Ahora la familia quiere saber cómo preservar la espada para que no se deteriore y esperan que un museo ayude a conservarla e incluso exhibirla. Y el joven Fiontann está ansioso por seguir usando su nuevo detector...
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