Sus comentarios se hicieron en una entrevista en el Podcast de política semanal de el The Guardian.
Según publica el Belfast Telegraph, O'Neill dijo que la "flagrante indiferencia" mostrada por el gobierno por el Brexit había abierto la discusión sobre la unidad irlandesa, incluso para los unionistas.
"Puedo decirles esto, en toda mi vida nunca he presenciado el nivel de conversación que está ahora en curso", dijo.
"Pero también la estrategia de Boris Johnson en términos de la Covid-19. Habríamos perdido a mucha más gente por la Covid-19 si la Asamblea aquí no hubiera tenido la capacidad de tomar su propio camino".
Ella continuó: "Ahora es el momento de planificar la unidad y comenzar a poner los hechos sobre la mesa. Que la gente comprenda cómo es un servicio de salud para toda Irlanda, cómo es un sistema educativo para toda Irlanda.
Ahora tenemos que poner esa información para que todos la vean y dejarles que tomen una decisión informada, porque creo que ahora estamos en una década de oportunidades y creo que en los próximos años, ciertamente antes del final de esta década, habremos votado por una Irlanda unida".
Añadió que tanto la identidad británica como la irlandesa serían "apreciadas por igual", pero que muchos votarían en un referéndum fronterizo para regresar a la Unión Europea.
"Entonces, muchas personas en esta década que tenemos frente a nosotros, van a considerar de qué unión desean formar parte y la UE nos ha ofrecido una ruta de regreso", dijo. "Así que para algunas personas puede que no se trate de lo británico frente a lo irlandés, puede que se trate de si valoran su ciudadanía europea. Creo que será un debate muy interesante".
Sobre el fallecimiento de John Hume, dijo que marcó "el comienzo del fin de una era".
De otro lado O'Neill describió "una relación de trabajo muy buena y constructiva" con Arlene Foster (DUP), y agregó: "Estoy bastante satisfecha con el trabajo que hemos podido hacer y la relación que hemos podido construir para la majoría [de la vida] de las personas a las que servimos".
Cuando se le preguntó si Foster era difícil de tratar, dijo: "Todos tenemos nuestros propios rasgos de personalidad, ¿no es así? Pero creo que Arlene y yo hemos podido entablar una relación de trabajo bastante buena en la que hemos podido tener conversaciones bastante constructivas, lo cual es necesario ya que trabajamos juntos como jefas de gobierno conjunto".
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