Al amanecer, la "Operación Demetrius" vio a los soldados de ocupación británicos abriéndose paso en hogares en los Seis Condados y golpeando a los internados antes de llevarlos para interrogarlos en campos improvisados.
342 personas fueron detenidas y recluidas en los campamentos donde sufrieron más palizas, torturas, abusos verbales y otros malos tratos. Los 342 procedían de la comunidad nacionalista. Pasarían seis meses antes de que alguien de la comunidad unionista fuera internado.
Las comunidades nacionalistas se unieron de inmediato para resistir las redadas y defenderse.
Se erigieron barricadas y los ciudadanos atacaron a los soldados británicos con piedras y bombas de gasolina. El ejército británico respondió con porras, gases lacrimógenos y balas reales.
El 9 de agosto de 1971 rompió la ilusión final de normalidad en la Irlanda ocupada por los británicos. Con la abolición efectiva del debido proceso, la resistencia armada entonces se convirtió en la única estrategia creíble.
No hay comentarios:
Publicar un comentario