Londres, 16 jun ABC/(EFE).- El primer ministro, David Cameron, admitió hoy que le resulta "doloroso" tener que tratar con ex miembros del Ejército Republicano Irlandés (IRA), como Martin McGuiness, actualmente "número dos" del Gobierno de poder compartido entre católicos y protestantes en Irlanda del Norte.
Cameron manifestó que sentarse en la misma mesa que McGuiness, ex jefe militar del ya inactivo IRA, es lo que implica el compromiso con la pacificación de Irlanda del Norte tras décadas de conflicto.
"Es un precio que merece la pena pagar", dijo en declaraciones a la BBC el primer ministro, quien añadió que "los Acuerdos (de paz) de Viernes Santo (1998) resultaron muy dolorosos porque significaron que gente que hizo cosas terribles salió de la cárcel".
"En última instancia el Gobierno -y lo apoyé- pensó que lo correcto era hacer esa propuesta para intentar acabar con el conflicto. El resultado fue que el IRA acordó terminar la guerra, por utilizar sus términos, abandonar las armas y usar la vía pacífica", recordó el líder conservador británico.
Un día después de presentar ante el Parlamento el informe sobre el Domingo Sangriento, que confirmó que el ejército mató a 14 civiles indefensos durante una marcha de defensa de los derechos civiles en Irlanda del Norte en 1972, Cameron tuvo también un recuerdo para miembros de su partido asesinados por el IRA.
El primer ministro se refirió en concreto a los dirigentes "tories" Airey Neave e Ian Gow, víctimas de sendos atentados del IRA con coches bomba en 1979 y 1990, respectivamente.
"Personalmente, me resulta muy doloroso cuando pienso en Ian Gow o Airey Neave. Airey fue el primer parlamentario que me representó en el Parlamento. Desde luego que me resulta doloroso cuando ahora me siento a veces en la misma mesa que Martin McGuinness y pienso en lo que hizo ese hombre", manifestó el mandatario británico.
Cameron señaló que este "es el precio que estamos pagando por la paz, un precio que merece la pena pagar, porque la paz es mucho mejor que la situación alternativa".
El primer ministro defendió la necesidad del informe del Domingo Sangriento, pese a sus altísimos costes, y advirtió de que otras investigaciones y procesamientos son posibles, en ambas partes, en relación con los años del conflicto en Irlanda del Norte.
"Tenemos que preguntarnos con respecto al Domingo Sangriento, cuando 13 personas fueron asesinadas en un día (la decimocuarta murió en el hospital días después), si es lo correcto tener una investigación y llegar al fondo de lo que pasó en es día tan negro de la historia británica. Yo creo que sí", indicó Cameron.
"Pero esto -agregó- no resta valor al sufrimiento que padecieron otras personas". EFE
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