Fue planeada durante los dos años posteriores a la trascendental agitación de la huelga de hambre de 1981 y la muerte de diez presos en huelga de hambre liderados por Bobby Sands.
Cada detalle intrincado del plan de escape fue elaborado cuidadosamente por un grupo muy unido de voluntarios.
Todo el esquema dependía de la reducción general de tensiones con los tornillos [funcionarios de prisiones] de la prisión, lo que permitía a los presos acceder y conocer los edificios de la prisión y sus alrededores.
Tal nueva partida se acordó en parte para facilitar la fuga. Una vez que el plan completo fue aprobado por los Voluntarios en el exterior, las armas fueron introducidas de contrabando en la prisión.
El domingo 25 de septiembre de 1983 por la tarde se puso en marcha el plan de fuga, ¡con éxito!.
Un total de 38 presos lograron abrirse paso a la fuerza a través de las puertas de la prisión, haciendo una escapada a la libertad.
La mitad fueron recapturados en un día, mientras que el resto escapó del país o se reincorporó a la lucha armada.
The Great Escape de 1983 fue una gran vergüenza para el establishment británico. Fue la fuga de prisión más grande en la historia penal británica e irlandesa, y después del traumático legado de las huelgas de hambre, sirvió como un gran impulso moral para los republicanos irlandeses en todas partes.
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