Desde Innisfree nos informan de los resultados sobre la votación para la eliminación del Senado de los 26 Condados; El electorado irlandés rechazó por un estrecho margen en el referéndum celebrado este viernes [4 de octubre] la abolición del Senado con un 51,7 % de los votos, según confirmó hoy la Comisión del plebiscito. Los datos oficiales dados a conocer hoy indicaron que los votos a favor de la propuesta del Gobierno para eliminar la Cámara Alta del Parlamento nacional alcanzaron el 48,3 % en la consulta celebrada ayer, según informa la agencia EFE. El rechazo a la abolición del Senado, compuesto por 60 miembros, se impuso de forma más clara en las doce circunscripciones de Dublín, mientras que en el resto del país, que cuenta con un electorado de poco más de tres millones de personas, el resultado fue más ajustado.
La derrota supone un duro golpe para el Gobierno de coalición entre el conservador Fine Gael y el Partido Laborista, que durante la campaña había hecho referencia al alto coste del Senado, unos 20 millones de euros anuales, y a su irrelevancia en la política nacional. También el Sinn Féin de Gerry Adams (cuarta fuerza política, al alza) apoyaba el Sí, para eliminar una institución que consideraban elitista, obsoleta e innecesaria.
Pocos días antes de la consulta, las encuestas daban como clara ganadora a la propuesta de abolición, que contaba con el apoyo de todos los partidos nacionales excepto el Fianna Fáil, antiguo partido hegemónico durante todo el siglo XX y actual tercera fuerza política y primer partido de la oposición, que abogaba por su mantenimiento para someterlo a una profunda reforma. Tengamos en cuenta que el Senado (Seanad), con una extraña composición inspirada en una encíclica papal, nació con la Constitución de 1937 impulsada por Eamonn De Valera (histórico líder del Fianna Fáil). El principal argumento del Fianna Fáil en favor del No a la abolición del Senado era evitar la supresión de un órgano que, aunque de forma muy limitada podía servir de contrapeso a la mayoría gubernamental en la Dáil o Cámara baja.
La victoria inesperada del No se interpreta como fruto del desgaste del Gobierno Fine Gael-Labour y del crecimiento del Fianna Fáil en las encuestas. Esta derrota del Taoiseach (primer ministro) Enda Kenny puede tener consecuencias políticas.
El líder de la oposición, Mícheal Martin, del FF, afirmó hoy que el primer ministro, el democristiano Enda Kenny, debe comprometerse ahora a transformar la Cámara Alta irlandesa. “El resto del sistema político va a cambiar, nosotros trabajaremos con todos para asegurar que cumplimos con lo que hemos defendido, que hay posibilidad de legislar para reformar el Senado”, apuntó Martin.
Entre los factores que han podido influir en la derrota del Gobierno, los expertos destacan la baja participación, que se situó en el 39 %, lo que por lo general beneficia a las posiciones minoritarias, más motivadas para acudir a las urnas.
Señalan, además, que se podría tratar de un voto de castigo para un Ejecutivo erosionado por sus políticas de austeridad, consecuencia del rescate solicitado en 2010 a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 85.000 millones de euros. No obstante, ese programa de ayuda llegó durante el Gobierno del Fianna Fáil. Así, la crisis habría devorado primero al FF de Brian Cowen y ahora estarñia devorando al FG de Kenny y al Labour de Eamon Gilmore.
Establecido en 1937 en su actual forma, el Senado tiene poderes para efectuar recomendaciones sobre un proyecto de ley y, aunque no puede bloquearlo, puede retrasar el proceso durante un periodo de hasta tres meses.
La derrota supone un duro golpe para el Gobierno de coalición entre el conservador Fine Gael y el Partido Laborista, que durante la campaña había hecho referencia al alto coste del Senado, unos 20 millones de euros anuales, y a su irrelevancia en la política nacional. También el Sinn Féin de Gerry Adams (cuarta fuerza política, al alza) apoyaba el Sí, para eliminar una institución que consideraban elitista, obsoleta e innecesaria.
Pocos días antes de la consulta, las encuestas daban como clara ganadora a la propuesta de abolición, que contaba con el apoyo de todos los partidos nacionales excepto el Fianna Fáil, antiguo partido hegemónico durante todo el siglo XX y actual tercera fuerza política y primer partido de la oposición, que abogaba por su mantenimiento para someterlo a una profunda reforma. Tengamos en cuenta que el Senado (Seanad), con una extraña composición inspirada en una encíclica papal, nació con la Constitución de 1937 impulsada por Eamonn De Valera (histórico líder del Fianna Fáil). El principal argumento del Fianna Fáil en favor del No a la abolición del Senado era evitar la supresión de un órgano que, aunque de forma muy limitada podía servir de contrapeso a la mayoría gubernamental en la Dáil o Cámara baja.
La victoria inesperada del No se interpreta como fruto del desgaste del Gobierno Fine Gael-Labour y del crecimiento del Fianna Fáil en las encuestas. Esta derrota del Taoiseach (primer ministro) Enda Kenny puede tener consecuencias políticas.
El líder de la oposición, Mícheal Martin, del FF, afirmó hoy que el primer ministro, el democristiano Enda Kenny, debe comprometerse ahora a transformar la Cámara Alta irlandesa. “El resto del sistema político va a cambiar, nosotros trabajaremos con todos para asegurar que cumplimos con lo que hemos defendido, que hay posibilidad de legislar para reformar el Senado”, apuntó Martin.
Entre los factores que han podido influir en la derrota del Gobierno, los expertos destacan la baja participación, que se situó en el 39 %, lo que por lo general beneficia a las posiciones minoritarias, más motivadas para acudir a las urnas.
Señalan, además, que se podría tratar de un voto de castigo para un Ejecutivo erosionado por sus políticas de austeridad, consecuencia del rescate solicitado en 2010 a la Unión Europea (UE) y el Fondo Monetario Internacional (FMI) por 85.000 millones de euros. No obstante, ese programa de ayuda llegó durante el Gobierno del Fianna Fáil. Así, la crisis habría devorado primero al FF de Brian Cowen y ahora estarñia devorando al FG de Kenny y al Labour de Eamon Gilmore.
Establecido en 1937 en su actual forma, el Senado tiene poderes para efectuar recomendaciones sobre un proyecto de ley y, aunque no puede bloquearlo, puede retrasar el proceso durante un periodo de hasta tres meses.
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