Mark sufrió lesiones menores en la cabeza y el brazo después de que un ladrillo fuese arrojado por la ventana delantera de la casa en Wayland Street el martes por la noche. Trabaja en la comunidad, ayuda a personas mayores y discapacitadas, y dijo que "agrega algo a la sociedad".
El PSNI ha dicho que está tratando el incidente como un crimen de odio.
El ataque ocurre menos de una semana después de que varios coches fueron quemados en la misma calle, lo que obligó a una familia de raza mixta a mudarse fuera del área.
Mark, que trabaja en la comunidad para una empresa social cristiana, dijo al programa Talkback de BBC Radio Ulster que estaba a punto de acostarse cuando ocurrió el ataque.
"No puedo creer que algunas personas estén dispuestas a hacerle eso a los extranjeros", dijo. "Aquí soy empleado de una organización benéfica local, ayudo a personas mayores y discapacitadas. Agrego algo a la sociedad y es tan extraño ser blanco de ataques por ser extranjero mientras contribuyo tanto con la sociedad".
Mark le dijo a la BBC que no creía que pudiera quedarse en su casa actual y que estaba buscando otro lugar para vivir, pero no quiere irse del Norte.
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