Me hago eco de una traducción de Chesús Yuste de Innisfree sobre un texto del propio Gerry Adams escrito en su blog para defenderse de las acusaciones de complicidad con el caso de su hermano Liam.
Asimismo doy opción de ver más puntos de vista de este controvertido caso:
Texto traducido por Chesús Yuste:
Un trauma familiar
Justo antes de Navidad este blog señaló que podría hacer frente a «algunos de los acontecimientos en la vida de mi clan y en mi propia vida … en otro momento”.
En las últimas semanas algunos elementos de los medios de comunicación han sido críticos con la forma en que yo he abordado las cuestiones derivadas de las denuncias de abuso sexual en contra de mi hermano Liam por su hija Áine. Algunos han denunciado un encubrimiento por mi parte y por la del Sinn Féin.
Algunos adversarios políticos también han tratado cínicamente de explotar este trauma familiar personal de la manera más repugnante.
Algunos han tratado de comparar los esfuerzos de mi familia por lidiar con el trauma del abuso infantil, incluyendo la penosa experiencia de descubrir que nuestro padre era un abusador, con otras cuestiones del proceso político en la actualidad. Esto es vergonzoso y profundamente perturbador para nuestra familia.
No hubo encubrimiento. No hay evasión. El hecho es que fui uno de los miembros de mi familia que, cuando por primera vez nos enteramos de las denuncias, acompañé a Ainé y a su madre a los Servicios Sociales.
La denuncia también se hizo por Ainé y su madre a la RUC [policía norirlandesa previa al acuerdo de 1998].
Por lo tanto, los organismos con atribuciones legales para hacer frente a estas denuncias fueron informados. No hubo ningún intento de ocultar o disimular o encubrir las acusaciones contra Liam Adams.
Posteriormente, me enfrenté a Liam Adams con motivo de la acusación de Áine que él negó. Yo creí a Ainé.
Después de él, y por separado, Áine abandonó el país durante un tiempo considerable.
Cuando Liam Adams regresó, aunque estábamos alejados, estuvimos, como he dejado claro en una parte de la entrevista en Insight que la UTV no emitió, en contacto en varias ocasiones y continué planteándole a él este tema.
Cuando Áine volvió a vivir en Irlanda, me ofrecí a ir a la policía con ella. Me ofrecí a hacerlo público con ella y le dije que la apoyaría en cualquier acción que pudiera decidir. Áine me dijo que quería que Liam admitiera lo que había hecho. Comenzó un proceso muy largo y difícil en el que traté de crear las circunstancias para que él hiciera precisamente lo que su hija quería. Él no lo hizo.
Yo recibí asesoramiento profesional durante este período.
Se me dijo por parte de personas con experiencia en ayudar a las víctimas de abuso físico, sexual, doméstico o psicológico que, a menos que la víctima sea menor de edad, nadie más puede pretender tomar decisiones por la víctima o identificar públicamente a una víctima. Que los derechos de la víctima son de vital importancia y deben ser respetados.
Esto me ha guiado a lo largo de estos últimos 20 años para hacer frente a las acusaciones contra Liam Adams, y luego el impacto de descubrir que mi padre era un abusador.
Cuando Áine fue a la PSNI [policía norirlandesa actual], hice una declaración a la policía en contra de mi hermano y en apoyo de las denuncias de Áine.
También hubo críticas contra mí por que Liam Adams fuera miembro del Sinn Féin. Aunque yo estaba enterado de que él estaba en Dundalk (como he dicho públicamente, me encontré allí con él), yo no era consciente de su pertenencia al partido hasta que me enteré que su nombre se mencionaba como posible candidato.
Cuando oí esto me puse en contacto directamente con él. Su nombre no siguió adelante y, como resultado de mis esfuerzos, más tarde abandonó el partido.
Quiero dejar claro que los republicanos en Dundalk y mis compañeros responsables del partido no eran conscientes de las acusaciones contra Liam Adams. El simple hecho es, en mi opinión, que él no debería haber sido miembro del Sinn Féin.
También he reconocido en varias ocasiones públicamente que me arrepiento de cómo he tratado aspectos de esta cuestión. Digo esto a posteriori y en el contexto de las normas de hoy. Sin embargo, es importante señalar que para mí fue ante todo un asunto familiar privado en la que todos nosotros estábamos recuperándonos de las revelaciones en torno a nuestro padre y algunos de nosotros estábamos tratando de proporcionar apoyo y conclusión a quienes sufrieron abusos por él y a Ainé. Hice lo que pude.
Todo esto ha sido y es extremadamente difícil y penoso y doloroso para mí y mi familia más amplia. Hemos decidido dar a conocer los abusos en nuestra familia con la esperanza de que nuestra experiencia ayudará a otras víctimas y supervivientes ante lo que pudo haberles sucedido a ellos, y para demostrar que es posible sobrevivir a los abusos.
A partir de ahora, a pesar de la atención pública, el caso contra Liam Adams no se ha desarrollado. Es lamentable que, a pesar de las reiteradas promesas del PSNI de que la Garda [policía de la República de Irlanda] había sido plenamente informada, no se había preparado una orden de detención europea cuando él se entregó a la Garda en Sligo. Ahora parece que esto es de muchas semanas atrás. Cuanto antes ocurra y el asunto sea llevado ante los tribunales, mejor. Mi sobrina Áine merece justicia y cuenta con mi apoyo permanente.
Asimismo doy opción de ver más puntos de vista de este controvertido caso:
Texto traducido por Chesús Yuste:
Un trauma familiar
Justo antes de Navidad este blog señaló que podría hacer frente a «algunos de los acontecimientos en la vida de mi clan y en mi propia vida … en otro momento”.
En las últimas semanas algunos elementos de los medios de comunicación han sido críticos con la forma en que yo he abordado las cuestiones derivadas de las denuncias de abuso sexual en contra de mi hermano Liam por su hija Áine. Algunos han denunciado un encubrimiento por mi parte y por la del Sinn Féin.
Algunos adversarios políticos también han tratado cínicamente de explotar este trauma familiar personal de la manera más repugnante.
Algunos han tratado de comparar los esfuerzos de mi familia por lidiar con el trauma del abuso infantil, incluyendo la penosa experiencia de descubrir que nuestro padre era un abusador, con otras cuestiones del proceso político en la actualidad. Esto es vergonzoso y profundamente perturbador para nuestra familia.
No hubo encubrimiento. No hay evasión. El hecho es que fui uno de los miembros de mi familia que, cuando por primera vez nos enteramos de las denuncias, acompañé a Ainé y a su madre a los Servicios Sociales.
La denuncia también se hizo por Ainé y su madre a la RUC [policía norirlandesa previa al acuerdo de 1998].
Por lo tanto, los organismos con atribuciones legales para hacer frente a estas denuncias fueron informados. No hubo ningún intento de ocultar o disimular o encubrir las acusaciones contra Liam Adams.
Posteriormente, me enfrenté a Liam Adams con motivo de la acusación de Áine que él negó. Yo creí a Ainé.
Después de él, y por separado, Áine abandonó el país durante un tiempo considerable.
Cuando Liam Adams regresó, aunque estábamos alejados, estuvimos, como he dejado claro en una parte de la entrevista en Insight que la UTV no emitió, en contacto en varias ocasiones y continué planteándole a él este tema.
Cuando Áine volvió a vivir en Irlanda, me ofrecí a ir a la policía con ella. Me ofrecí a hacerlo público con ella y le dije que la apoyaría en cualquier acción que pudiera decidir. Áine me dijo que quería que Liam admitiera lo que había hecho. Comenzó un proceso muy largo y difícil en el que traté de crear las circunstancias para que él hiciera precisamente lo que su hija quería. Él no lo hizo.
Yo recibí asesoramiento profesional durante este período.
Se me dijo por parte de personas con experiencia en ayudar a las víctimas de abuso físico, sexual, doméstico o psicológico que, a menos que la víctima sea menor de edad, nadie más puede pretender tomar decisiones por la víctima o identificar públicamente a una víctima. Que los derechos de la víctima son de vital importancia y deben ser respetados.
Esto me ha guiado a lo largo de estos últimos 20 años para hacer frente a las acusaciones contra Liam Adams, y luego el impacto de descubrir que mi padre era un abusador.
Cuando Áine fue a la PSNI [policía norirlandesa actual], hice una declaración a la policía en contra de mi hermano y en apoyo de las denuncias de Áine.
También hubo críticas contra mí por que Liam Adams fuera miembro del Sinn Féin. Aunque yo estaba enterado de que él estaba en Dundalk (como he dicho públicamente, me encontré allí con él), yo no era consciente de su pertenencia al partido hasta que me enteré que su nombre se mencionaba como posible candidato.
Cuando oí esto me puse en contacto directamente con él. Su nombre no siguió adelante y, como resultado de mis esfuerzos, más tarde abandonó el partido.
Quiero dejar claro que los republicanos en Dundalk y mis compañeros responsables del partido no eran conscientes de las acusaciones contra Liam Adams. El simple hecho es, en mi opinión, que él no debería haber sido miembro del Sinn Féin.
También he reconocido en varias ocasiones públicamente que me arrepiento de cómo he tratado aspectos de esta cuestión. Digo esto a posteriori y en el contexto de las normas de hoy. Sin embargo, es importante señalar que para mí fue ante todo un asunto familiar privado en la que todos nosotros estábamos recuperándonos de las revelaciones en torno a nuestro padre y algunos de nosotros estábamos tratando de proporcionar apoyo y conclusión a quienes sufrieron abusos por él y a Ainé. Hice lo que pude.
Todo esto ha sido y es extremadamente difícil y penoso y doloroso para mí y mi familia más amplia. Hemos decidido dar a conocer los abusos en nuestra familia con la esperanza de que nuestra experiencia ayudará a otras víctimas y supervivientes ante lo que pudo haberles sucedido a ellos, y para demostrar que es posible sobrevivir a los abusos.
A partir de ahora, a pesar de la atención pública, el caso contra Liam Adams no se ha desarrollado. Es lamentable que, a pesar de las reiteradas promesas del PSNI de que la Garda [policía de la República de Irlanda] había sido plenamente informada, no se había preparado una orden de detención europea cuando él se entregó a la Garda en Sligo. Ahora parece que esto es de muchas semanas atrás. Cuanto antes ocurra y el asunto sea llevado ante los tribunales, mejor. Mi sobrina Áine merece justicia y cuenta con mi apoyo permanente.
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