Scappaticci había estado viviendo bajo la protección de la Corona británica desde que huyó de Belfast en 2003, cuando fue descubierto como agente doble.
Ha sido descrito como la "joya de la corona" de la inteligencia militar británica, proporcionando información a los británicos sobre el IRA desde 1978. El excomandante del ejército británico en el norte de Irlanda, el general John Wilsey, lo llamó su "huevo de oro".
Se entiende que el funeral del hombre de 77 años, que era originario del área de Market de Belfast, tuvo lugar en secreto la semana pasada.
Scappaticci fue el exjefe de la Unidad de Seguridad Interna (ISU) del IRA Provisional, que tenía la tarea de investigar e interrogar a los informantes. Utilizó su posición para llevar a cabo asesinatos en connivencia con sus supervisores en el MI5 y la Sección Especial de la RUC, apuntando a republicanos genuinos a quienes identificó falsamente como informantes. Otros, incluidos civiles inocentes, fueron asesinados para encubrir sus actividades.
Fue solo en 2003 que Scappaticci fue sospechoso como informante después de que se supo que había participado en un documental revelador de ITV diez años antes llamado 'The Cook Report'.
A pesar de realizar entrevistas con la prensa y recibir cierto apoyo dentro de Sinn Fein, se vio obligado a huir de Belfast. Se cree que luego ingresó a un programa de protección del estado británico y se rumoreaba que se había sometido a una cirugía estética para ocultar su identidad.
Supuestamente, también fue objeto de una investigación de siete años por parte de una unidad de policía inglesa conocida como 'Operación Kenova', que hasta ahora no ha producido un informe.
Su muerte, según Irish Republican News, contribuirá al continuo encubrimiento de uno de los capítulos más turbios del conflicto. El momento de la publicación de la noticia también ha suscitado sospechas de que coincidió con la ola de cobertura de la visita a Irlanda del presidente estadounidense Joe Biden.
La muerte de 'Scap' también sigue a la muerte no anunciada en febrero de otro de los informantes británicos más importantes del movimiento Provisional, Willie Carlin, a quien se le encomendó monitorear las acciones de Martin McGuinness de Sinn Féin.
La muerte conveniente de Scappaticci antes de que pudiera brindar información sobre sus acciones seguramente causará indignación entre las familias de sus víctimas. También planteará nuevas preguntas sobre las maquinaciones del estado británico para mantener su encubrimiento de la "Guerra Sucia" en el norte de Irlanda.
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