Jennifer Rodríguez llegó hace siete meses y junto a ella, otras 26 personas. Tras disfrutar de la beca, nueve se quedaron. Lo hacen atraídos por la posibilidad de afianzar sus conocimientos de inglés, pero sobre todo por las oportunidades laborales que se les presentan. Muchos, de hecho, consiguen trabajo en la misma empresa en la que hicieron las prácticas becadas y otros simplemente se buscan la vida. Jennifer Rodríguez fue contratada como auxiliar de enfermería y explica así cómo lo consiguió: «Me resultó muy fácil porque no me pidieron ni estudios ni nada».
Antonio Rodrigo Souto Currás, de Ourense, fue de los que sí volvió tras sus prácticas, pero solo duró dos meses en España. «Mi inglés era horrible y pensé en volver para mejorarlo. La beca Leonardo se hace muy corta», explica este ourensano, que acaba de encontrar trabajo en Belfast.
Tantos son los que, como él, han decidido quedarse, que en la ciudad no pasa desapercibida la presencia de tantos ourensanos. «É simpático pasear polas rúas e escoitar falar galego, ver a alguén tocando a gaita ou simplemente poder ter morriña colectiva», explica Paco Daza, de Viana. Y es que los miembros de la colonia suelen quedar entre sí.
De una de las últimas remesas, un tercio de los becados se quedó en la isla
El aprendizaje de inglés y las ofertas de trabajo son los alicientes para no volver
Información elaborada con la colaboración de Candela Valle y Leticia Álvarez.
No hay comentarios:
Publicar un comentario