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Savita
Halappanavar, de 31 años y embarazada de 17 semanas, falleció de
septicemia en un hospital de Galway (oeste de Irlanda), después de que
los médicos se negaran a practicarle un aborto, alegando que la ley
impedía acabar con la vida del feto mientras su corazón latiera, a pesar
de que su salud se estaba deteriorando.
El
presidente del Sinn Fein, Gerry Adams, aseguró hoy que su partido quiere
que el Gobierno dé efecto legal a una resolución del Tribunal Supremo
de 1992 que cuestionó la legislación vigente, una de las más
restrictivas de la Unión Europea (UE) y duramente criticada por los
tribunales comunitarios.
El aborto es ilegal en
Irlanda menos cuando la vida de la madre corre peligro, incluida la
amenaza de suicido, excepciones que fue establecidas por el Tribunal
Supremo hace 20 años, pero que nunca han sido refrendadas por los
legisladores ni incluida en la Constitución, por lo que queda expuesta a
la interpretación.
"El Sinn Fein, y yo mismo
-declaró Adams-, no está a favor del aborto, pero no puedo legislar para
mí y creemos que, cuando ha habido casos de abusos sexuales, una
violación, incesto o la vida de la madre corre peligro, la decisión
final debe recaer sobre las mujeres".
El dirigente
nacionalista aseguró que la responsabilidad del Estado es "proteger la
vida de la madre" y legislar para que la profesión médica tenga unas
"directrices claras" para actuar en este tipo de casos.
La
moción del Sinn Fein, antiguo brazo político del ya inactivo Ejército
Republicano Irlandés (IRA), se debatirá entre hoy y mañana, cuando está
previsto que se someta a votación.
No obstante, el
Gobierno de coalición entre el conservador Fine Gael y el Partido
Laborista presentó hoy también una "contra-moción" para impedir que la
propuesta del partido republicano llegue siquiera a ser votada si la
suya es aceptada primero.
El ministro de Sanidad,
James Reilly, reiteró hoy su intención de acabar con la citada
incertidumbre legal, pero no tomará una decisión hasta que reciba el 27
de noviembre un informe elaborado por una comisión de expertos,
encabezada por el juez Sean Ryan, sobre la situación de la ley del
aborto en este país.
"Inmediatamente después",
dijo Reilly, el Parlamento nacional podrá debatir y analizar el
documento, pero el ministro rehusó fijar una fecha para acometer la
reforma de la ley del aborto dada la "complejidad y susceptibilidad de
este asunto".
Mientras, el Departamento irlandés
de Sanidad (HSE) ha iniciado una investigación independiente sobre el
caso de Halappanavar, quien falleció el pasado 28 de octubre tras sufrir
un aborto involuntario en un hospital de Galway y después de que los
médicos procedieran a la extracción del feto inerte.
El
equipo que llevará a cabo estas pesquisas está compuesto por siete
personas y encabezado por Sabaratnam Arulkumaran, jefe de ginecología y
obstetricia de la Universidad San Jorge de Londres.
El
marido de Savita, Praveen, había comunicado que no iba participar en la
investigación porque ese equipo incluía tres profesionales del hospital
donde falleció su esposa, motivo por el que el Gobierno decidió hoy
retirarlos de este grupo. EFE
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