La detención en las últimas dos semanas de Arnaldo Otegi y nueve de sus compañeros de la "ilegalizada Batasuna" y el sindicato independentista LAB es otro signo de los métodos de opresión que se emplea el Gobierno español para acabar con la izquierda nacionalista vasca.
Batasuna ha sido prohibida por el Estado español desde 2002, cuando se aprobó una ley que declaró "que bajo ciertas condiciones si un partido apoya el terrorismo podría ser prohibido". La ley en sí es tan abierta que cualquier partido podría ser suspendido, aunque su apoyo al "terrorismo" sea tan leve como poner dinero en una hucha para los presos políticos.
Las redadas en las oficinas de LAB y los arrestos de miembros sindicalistas ha causado indignación en todo el País Vasco y Europa.
En respuesta, alrededor de 40.000 personas se manifestaron en Donostia / San Sebastián el pasado sábado [17 de octubre] en una manifestación que fue apoyada por los seis grandes sindicatos en el País Vasco(sic) y varios partidos políticos.
La Unión Europea, el gobierno de EE.UU., la prensa del sistema y las luces de otros dirigentes del "mundo libre" hasta el momento no mencionan el ataque a la democracia en el País Vasco.
De hecho, el Gobierno español no está llevando a cabo estas acciones de opresión en el aislamiento. En respuesta a la represión, los abogados de Batasuna interpusieron un recurso ante el Tribunal Europeo de Derechos Humanos, desafiando el derecho del gobierno español para poner fuera de la ley otros partidos con las mismas perspectivas políticas. En julio de 2009, el tribunal emitió su fallo: "El desmantelamiento de estos partidos fue una respuesta a una necesidad social imperiosa y como tal la existencia de estos partidos era una amenaza para la democracia y que estos partidos entran en contradicción con el concepto de una sociedad democrática".
El auto es un desastre para la democracia en toda Europa donde un gobierno con una "necesidad social imperiosa" podría prohibir cualquier partido que sea una amenaza para el statu quo.
La difícil situación de Batasuna y otros grupos vascos independentistas se puede comparar con la del Partido Nacional Británico, al que se permite concurrir a las elecciones y ocupar sus escaños en la Asamblea, a pesar de que propugnan abiertamente el odio racial y creencias fascistas. Esta semana, el BNP apareció en la BBC, mientras que, en otra parte de la UE, los líderes de Batasuna languidecen en celdas de la cárcel simplemente porque piden la independencia nacional.
Debería ser preocupante para todos los activistas políticos que lo que está sucediendo en el País Vasco pueda ocurrir en cualquier lugar de la UE bajo las nuevas reglas de la "democracia" según lo establecido por la sentencia del TEDH de julio de 2009.
Militantes vascos en los sindicatos, los partidos políticos, grupos juveniles y movimientos sociales están luchando en una batalla que todos tendremos que luchar un día, una lucha que tiene que ser ganada o nuestros derechos como personas para elegir quién queremos que nos gobiernen estaran muertos y enterrados, sin posibilidad de resurrección.
Texto original en inglés:
The Basque Fight is a European Fight
The arrest in the past two weeks of Arnaldo Otegi and nine of his comrades from the ‘outlawed’ Batasuna party and the pro-independence trade union LAB is another sign of the oppressive methods being employed the Spanish government to stamp out the Basque nationalist left.
Batasuna has been deemed banned by the Spanish state since 2002 when a law was passed which stated “that under certain conditions if a party supported terrorism it could be outlawed”. The law itself is so open-ended that any party could be banned, even if its so-called support for ‘terrorism’ was as slight as putting money in a collection box for political prisoners.
The raids on LAB’s offices and the arrests of its members outraged trade unionists across the Basque Country and Europe.
In response, around 40,000 people rallied in Donostia/San Sebastián last Saturday [October 17] in a demonstration that was supported by the six major trade unions in the Basque Country and several political parties.
The European Union, the US administration, the establishment press and the other leading lights of the ‘free’ world have so far failed mention the attack on democracy in the Basque Country.
Indeed, the Spanish Government is not carrying out these oppressive actions in isolation. In response to the repression, Batasuna lawyers brought an action before the European Court of Human Rights (ECHR) challenging the Spanish government’s right to outlaw it and other parties with similar political outlooks. In July 2009, the ECHR gave its ruling: “Disbanding the parties was a response to a pressing social need and that as such the existence of these parties was a threat to Democracy and that these parties contradicted the concept of a democratic society.”
The ruling is a disaster for democracy across Europe as any government with a “pressing social need” could ban any party which is a threat to the status quo.
The plight of Batasuna and the other pro-independence Basque groups can be compared with that of the British National Party, which is allowed to stand in elections and take their seats in whatever assembly they are elected to, even though they openly espouse racial hatred and fascistic beliefs. This week, the BNP appeared on BBC, while, in another part of the EU, Batasuna’s leaders languished in prison cells for nothing more than demanding national independence.
What should be worrying for all political activists is that what is happening in the Basque Country could happen anywhere in the EU under the new rules of ‘democracy’ as laid down by the ECHR judgment of July 2009.
Basque activists in trade unions, political parties, youth groups and social movements are fighting a battle that we might all have to fight some day; a fight that has to be won or our rights as people to choose who we wish to govern us will be dead and buried with no chance of resurrection.
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