Según informa Iñaki IRIGOIEN desde Dublín para el diario Gara:
Belfast vuelve la mirada a un pasado de connivencia entre las fuerzas de seguridad británicas y los grupos armados lealistas. En el juicio que dio comienzo ayer -el día 6- en Belfast se juzga a 14 miembros del UVF imputados a partir de una sangrienta vendetta contra el también lealista UDA.
El juicio estará marcado por el hecho de que uno de los principales acusados, el líder lealista Mark Haddock, era confidente de la Policía norirlandesa en el periodo en el que se produjeron las acciones que se le imputan. Los hechos se remontan al año 2000, cuando en plena batalla entre los dos principales grupos lealistas del norte de Irlanda, UDA y UVF, el líder del UDA, Tommy English, resultó muerto por miembros del UVF.
Pero no fue hasta el año 2007 cuando la por aquel entonces Defensoría del Pueblo del norte de Irlanda en materia policial publicó un informe en el que se establecía la relación entre la Policía del norte de Irlanda y los grupos armados lealistas y muy especialmente el UVF de Mount Vernon en el norte de Belfast, de donde proceden la mayoría de los acusados.
El número de muertes de las que podría ser responsable el UVF de Vernon en el periodo en el que se sabe estaba infiltrado por la Policía podría ascender a doce, algo que las asociaciones de victimas nacionalistas llevaban años denunciando.
Confesión voluntaria
La acusación esta basada principalmente en las declaraciones de los hermanos David y Robert Stewart, dos miembros confesos del UVF que en 2008 se presentaron voluntariamente en una comisaría de la Policía del norte de Irlanda y reconocieron su participación no sólo en la muerte de English sino en más de 70 acciones ilegales.
A partir de ese momento y amparándose en la legislación aprobada en 2005 -que permite que los abogados de aquéllos que colaboren con los tribunales puedan llegar a un acuerdo con la Fiscalía para que sus condenas sean reducidas- es cuando se ha avanzado en la investigación, que ha culminado en un juicio en el que las acusaciones son más de cuarenta aunque sólo nueve acusados se enfrentan al cargo de «asesinato».
Por este motivo, algunas voces críticas comparan el juicio iniciado ayer con los que se tuvieron lugar en los años 80, en los que informantes aleccionados por la Policía se presentaban en las vistas simplemente para corroborar las versiones policiales. Aquellos juicios que fueron anulados en su mayoría tras sucesivas apelaciones en la década de los 90.
En este caso hay una notable diferencia y es que son los abogados de la defensa y el fiscal los que llegan a un acuerdo que, si es roto por alguna de las partes, pierde su validez y habría consecuencias penales. En este momento, los hermanos Stewart se encuentran cumpliendo una sentencia de 3 años de cárcel por su participación en la muerte de Tommy English.
Por su parte, Haddock se halla en prisión protegida tras regresar al norte de Irlanda para la celebración del juicio ya que su seguridad, igual que la de los hermanos Stewart, se considera amenazada por sus ex compañeros, lo que lleva incluso a que la comida sea llevada a prisión en contenedores sellados para evitar un posible envenenamiento.
Está previsto que el juicio, que se desarrollará rodeado de grandes medidas de seguridad, se prologue durante varios meses. Desde el primer día ha estado acompañado de protestas de simpatizantes lealistas.
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