Alrededor de 30.000 miembros de grupos calificados como paramilitares han pasado las últimas décadas por las cárceles del norte de Irlanda.
Alrededor de dos tercios de ellos eran voluntarios republicanos, el resto serían de los grupos lealistas.
Sumando a esta cifra sus familias y amigos, en general se estima que hasta 200.000 personas podrían haber sido afectados por lo que se denomina "la experiencia de las cárceles".
Actualmente algunos ex presos se reúnen regularmente en el marco de proyectos financiados por la UE para proyectar la Paz. Todos los principales grupos de ex paramilitares presos están representados.
Robin Frampton, del grupo de ex prisioneros de la UVF, dijo que ha sido algo que abre los ojos.
"Tuve un contacto limitado con los republicanos antes de que me uniera al proyecto que es excelente. Es muy honesto, y para mí muy valioso, y tendrá un gran impacto en el sostenimiento del proceso de paz."
Jackie McDonald el locuaz portavoz de la UDA y sus ex-presos, que por varias veces en los últimos tiempos ha estado en el corazón de la zona republicana.
"No tengo un problema en Falls Road o Short Strand. Son gente muy genuina, no estarían aquí si no fueran auténticos," dijo.
"Es difícil que la gente de fuera de este entorno entienda exactamente por que trabajamos juntos y cómo podemos trabajar juntos a veces. Es porque todo el mundo en la sala -donde se reunen- es original y que hace que funcione. "
Gran parte del trabajo en sus propias comunidades se dirige a los jóvenes, con un tema central, que es detener su posible involucración en la violencia sectaria, como Danny Murphy, del grupo de ex presos del P.IRA explicó.
"Se trata de informar y educar a los jóvenes sobre la historia del conflicto en términos de sectarismo, garantizando al mismo tiempo que la próxima generación no tenga que pasar por eso y no crecer en ese mismo formato de los conflictos que hemos tenido en el pasado. "
Entre las personas que trabajan a lo largo de las interfaces sectarias hay un número de ex presos.
Seamus McHenry, miembro del grupo de ex presos del INLA afirma que:
"Los ex-presos pueden y están jugando un papel muy activo en las interfaces".
"Ellos tienen el respeto de algunos miembros de sus comunidades y en ocasiones han estado allí ayudando a resolver problemas en las interfaces sectarias."
Dentro de estos grupos de trabajo se empezó por examinar las cuestiones de bienestar de los ex prisioneros.
Ahora incluye la reintegración social, que incluye hacer frente a la reacción de las víctimas de la violencia, como por ejemplo la polémica de la designación de María McArdle (ex prisionera del P.IRA) como asesor especial del Sinn Féin.
Martin McKevitt del grupo de ex presos del O.IRA dijo que es un tema que debe ser afrontado.
"Los ex-presos políticos no son sólo ex presos políticos, también son ciudadanos", dijo.
"Son miembros de la comunidad, miembros de la familia, padres, madres, hermanas y hermanos y han de jugar un papel en la comunidad al igual que todos los demás".
"Es un tema difícil para muchas personas, pero estas son cosas que estamos dispuestos a tratar lo mejor que podamos."
US Politics And The Abuse Of Language
Hace 11 horas
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