Al parecer tres hombres encapuchados arrojaron una bolsa con el explosivo al interior de la sucursal, se estima que al menos contenía dos kilos de explosivo y los daños ocasionados fueron cuantiosos.
La bomba, según el ministro de Justicia norirlandés, David Ford, "podría haber causado muertes o heridas muy graves".
Además, se estaba investigando informes sobre la existencia de un segundo artefacto que podría haber sido instalado en una sucursal anexa de la entidad financiera Halifax.
Mark Durkan del SDLP dijo que estaba "profundamente enojado y sorprendido por este ataque peligroso".
Peter Robinson (DUP), condenó a los responsables y dijo que no tenían nada que ofrecer a la sociedad, excepto "muerte y destrucción".
Gerry MacLochlainn del SF ha dicho:
"Afortunadamente, ha sido un dispositivo pequeño y no hay heridos ni daños graves, la gente que ha perpetrado el ataque tiene que darse cuenta de que han sido rechazados por la comunidad republicana y deben desistir de forma inmediata".
Se ha responsabilizado del ataque al R.IRA, que supuestamente ha realizado una comunicación a un medio local con el código reconocido.
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