Como comentamos hace unos días, el funeral de Bobby Storey fue masivo y esto ha sido utilizado por el unionismo para desgastar a SF y a Michelle O'Neill en concreto.
Vamos a poner un artículo de Carlos Fresneda sobre el tema (sin editar, apelamos a vuestra lectura crítica):
La asistencia al funeral por un ex miembro del IRA en pleno confinamiento ha puesto contra las cuerdas a la viceministra principal de Irlanda del Norte y vicepresidenta de Sinn Féin Michelle O'Neill. El escándalo político en Belfast es tal que los Gobiernos del Reino Unido y de la República de Irlanda han tenido que intervenir para intentar evitar que salte por los aires el acuerdo de coalición, sellado en enero por Sinn Féin y el Partido Democrático Unionista de la ministra principal Arlene Foster al cabo de tres años de parálisis.
O'Neill participó el martes pasado en el funeral por el ex director de "inteligencia" del IRA Bobby Storey. Aunque las reglas del confinamiento permiten la celebración de funerales, el límite máximo de asistentes está fijado en 30 y a los amigos de los fallecidos solo se les permite asistir si no pueden hacerlo los familiares.
Se estima que 1.800 personas participaron en el funeral por Bobby Storey en el cementerio de Milltown, después de haber asistido a una misa multitudinaria en su honor. Su cuerpo fue en realidad cremado en otro cementerio, Roselawn, pero se espera que sus cenizas reposen en Milltown junto a los restos de otros ex militantes del IRA.
Todas las fuerzas parlamentarias de Irlanda del Norte, a excepción de Sinn Féin, han condenado la presencia de Michelle O'Neill en el funeral de Bobby Storey. La propia O'Neill ha pedido disculpas a los norirlandeses y ha reconocido que muchas familias no han podido despedir a sus seres queridos durante la pandemia. La presión para que presente su dimisión ha ido a más en las últimas horas.
La situación es tan crítica que el secretario para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y el ministro de exteriores irlandés, Simon Conveney, tuvieron que intervenir el jueves por la noche para evitar que la coalición de Gobierno entre el DUP y Sinn Féin saltara por los aires.
Disparos
Michelle O'Neill, de 43 años, es hija de un ex prisionero del IRA, Brendan Doris. Su primo Tony Doris fue miembro del Ejército Republicano y murió por disparos de la unidad de élite SAS del ejército británico en la emboscada de Coagh, en 1991.
A los 40 años, y tras una corta carrera política, O'Neill sucedió al histórico Martin MacGuinness como líder de Sinn Féin en Irlanda del Norte. Un año después fue elegida vicepresidenta del partido, tras la marcha de Gerry Adams y la elección como nueva líder de Mary Lou McDonald. En las elecciones para la Asamblea de Irlanda del Norte, en marzo del 2017, Sinn Féin logró un resultado histórico y se quedó a tan solo 1.200 votos de la victoria ante los unionistas.
Vamos a poner un artículo de Carlos Fresneda sobre el tema (sin editar, apelamos a vuestra lectura crítica):
La asistencia al funeral por un ex miembro del IRA en pleno confinamiento ha puesto contra las cuerdas a la viceministra principal de Irlanda del Norte y vicepresidenta de Sinn Féin Michelle O'Neill. El escándalo político en Belfast es tal que los Gobiernos del Reino Unido y de la República de Irlanda han tenido que intervenir para intentar evitar que salte por los aires el acuerdo de coalición, sellado en enero por Sinn Féin y el Partido Democrático Unionista de la ministra principal Arlene Foster al cabo de tres años de parálisis.
O'Neill participó el martes pasado en el funeral por el ex director de "inteligencia" del IRA Bobby Storey. Aunque las reglas del confinamiento permiten la celebración de funerales, el límite máximo de asistentes está fijado en 30 y a los amigos de los fallecidos solo se les permite asistir si no pueden hacerlo los familiares.
Se estima que 1.800 personas participaron en el funeral por Bobby Storey en el cementerio de Milltown, después de haber asistido a una misa multitudinaria en su honor. Su cuerpo fue en realidad cremado en otro cementerio, Roselawn, pero se espera que sus cenizas reposen en Milltown junto a los restos de otros ex militantes del IRA.
Todas las fuerzas parlamentarias de Irlanda del Norte, a excepción de Sinn Féin, han condenado la presencia de Michelle O'Neill en el funeral de Bobby Storey. La propia O'Neill ha pedido disculpas a los norirlandeses y ha reconocido que muchas familias no han podido despedir a sus seres queridos durante la pandemia. La presión para que presente su dimisión ha ido a más en las últimas horas.
La situación es tan crítica que el secretario para Irlanda del Norte, Brandon Lewis, y el ministro de exteriores irlandés, Simon Conveney, tuvieron que intervenir el jueves por la noche para evitar que la coalición de Gobierno entre el DUP y Sinn Féin saltara por los aires.
Disparos
Michelle O'Neill, de 43 años, es hija de un ex prisionero del IRA, Brendan Doris. Su primo Tony Doris fue miembro del Ejército Republicano y murió por disparos de la unidad de élite SAS del ejército británico en la emboscada de Coagh, en 1991.
A los 40 años, y tras una corta carrera política, O'Neill sucedió al histórico Martin MacGuinness como líder de Sinn Féin en Irlanda del Norte. Un año después fue elegida vicepresidenta del partido, tras la marcha de Gerry Adams y la elección como nueva líder de Mary Lou McDonald. En las elecciones para la Asamblea de Irlanda del Norte, en marzo del 2017, Sinn Féin logró un resultado histórico y se quedó a tan solo 1.200 votos de la victoria ante los unionistas.
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