El viernes 6 de marzo, por segunda vez en menos de una semana, los tornillos (funcionarios de prisiones) dirigidos por el MI5 negaron la entrada al hijo y al nieto de Paul para ver a su padre y abuelo.
La única razón de este último rechazo fue que "estaban actuando de forma sospechosa en el aparcamiento". Con lo que se relaciona esta débil excusa es con el hijo de Paul tomando una fotografía de su propio hijo al lado del coche.
Después de esa negativa, el hijo de Paul se iba de Maghaberry para regresar a su hogar y fue detenido por las Fuerzas de la Corona Británica en un área lealista muy poblada. Un claro caso de acoso.
Esta última táctica del estado británico de rechazar visitas y luego usar las Fuerzas de la Corona para detener a amigos y familiares de prisioneros republicanos es algo que ha sido probado y probado en el pasado. Ha fallado entonces y fallará ahora.
¡Saoradh está con el rehén político Paul McIntyre y todos los prisioneros republicanos actuales!.
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