Foto del archivo de peter moloney

El día en que Bobby Sands comenzó su protesta el 1 de marzo, la declaración desafiante que ponemos a continuación fue sacada por sus compañeros encarcelados. Después de cinco años de duros registros, abusos, privaciones y asaltos, los prisioneros ya habían tenido suficiente. Una protesta de la manta prolongada y una protesta sin lavado no habían logrado romper la criminalización. Ahora desplegarían la protesta más poderosa a su disposición, una protesta con raíces históricas antiguas: la protesta de la huelga de hambre.

"Nosotros, los prisioneros de guerra republicanos en los H-Blocks de Long Kesh, y nuestras compañeras en la prisión de Armagh, tenemos derecho a reclamar un estatus político, y hoy rechazamos, como ya hemos rechazado sistemáticamente todos los días desde el 14 de septiembre de 1976, cuando la protesta comenzó, el intento de criminalización del gobierno británico con nosotros mismos y con nuestra lucha.

Hace cinco años, este día, el gobierno británico declaró que cualquier persona arrestada y condenada después del 1 de marzo de 1976 debía ser tratada como un criminal y ya no como un preso político. Cinco años después, todavía podemos declarar que la política de criminalización, que hemos resistido y sufrido, ha fracasado.

Si un gobierno británico experimentara una resistencia tan larga y persistente a una política interna en Inglaterra, es casi seguro que esa política cambiaría. Pero no es así en Irlanda, donde su actitud racista tradicional, ciega su juicio a la razón y la persuasión.

Solo la voz alta de los irlandeses y la opinión mundial pueden llevarlos al buen sentido y solo una huelga de hambre, donde las vidas se establecen como prueba de la fuerza de nuestras convicciones políticas, puede unir a esa opinión y presentar a los británicos el problema de que, lejos de criminalizar la causa de Irlanda, su intransigencia en realidad está atrayendo la atención popular a esa causa.

Hemos afirmado que somos presos políticos y todo lo relacionado con nuestro país, nuestro arresto, interrogatorios, juicios y condiciones de prisión, demuestra que estamos motivados políticamente y no motivados por razones egoístas o con fines egoístas. Como una demostración más de nuestra abnegación y de la justicia de nuestra causa, varios compañeros, comenzando hoy con Bobby Sands, harán una huelga de hambre hasta que el gobierno británico abandone su política de criminalización y cumpla con nuestra demanda de estatus político".