Artículo de Info Libre.- El cordón a la ultraderecha en Europa se va resquebrajando. Esta última semana Alemania ha estado sumida en una crisis política después de que la CDU, el partido de Ángela Merkel, votara
junto con el partido ultraderecha Alternativa por Alemania (AfD) para
investir a Thomas Kemmerich, el candidato liberal, como presidente del
Estado de Turingia. La ciudadanía salió a la calle en señal de protesta
y la canciller alemana calificó este hecho como "imperdonable". Esto
provocó que Kemmerich presentara su dimisión.
El avance de Alternativa por Alemania elección tras elección, que se convertido en la pesadilla de los partidos tradicionales, no tiene por lo que se ve su traducción en Irlanda, donde los resultados de las elecciones generales del pasado 8 de febrero han supuesto un fiasco para la ultraderecha. Tras el desembarco de Vox en abril de 2019 en el Congreso español, con 24 diputados, y de Chega en la Asamblea portuguesa con un parlamentario en las elecciones de octubre, Irlanda se ha consolidado como una isla en medio del avance ultra en la UE.
La única que ha conseguido un escaño en la Asamblea irlandesa es la candidata independiente Verona Murphy, que relaciona a los inmigrantes con las personas pertenecientes al Estado Islámico. Estos comentarios hicieron que fuera retirada en su día de la candidatura del partido Fine Gael en la campaña electoral del pasado noviembre.
Dentro de la plataforma ultra que concurrió a estas elecciones existen dos partidos principales. El Partido Nacional, creado en 2016, presentó a nueve candidatos. Su líder, Justin Barret, ha asistido a eventos fascistas y neonazis en Europa defendiendo la lucha contra el aborto. Asegura que los médicos que lo realizan deberían ser condenados a pena de muerte. Otro de sus candidatos, James Reynolds, es uno de los que más votos ha conseguido, un 1,74%, pero la formación tan solo se ha quedado con el 0,2% de los votos.
La otra formación es el Partido de la Libertad Irlandesa, que contaba con 10 candidatos a ocupar un escaño en el Oireachtas o Parlamento irlandés. Este partido solo ha obtenido el 0,3% de votos.
Los candidatos independientes consiguen más votos, pero no logran el escaño
Entre los candidatos independientes vinculados a la extrema deecha también se puede destacar a la experiodista Gemma O'Doherty. Su discurso se caracteriza por estar en contra de la inmigración, negar el cambio climático y sus teorías conspiratorias. Apareció en los medios por señalar a un supermercado que, en uno de sus anuncios, puso a una pareja de personas racializadas. Asimismo, ha sido criticada por subir fotos de niños racializados con las que asegura que los irlandeses se están convirtiendo en una "minoría étnica" dentro del país. Ha obtenido el 1,97% de los votos en el condado de Fingal.
En su cuenta de Twitter asegura que "el multiculturalismo ha sido un desastre para Irlanda" y bromea sobre los efectos del cambio climático.
Por su parte, el empresario Peter Casey, que califica la inmigración como "una bomba de relojería", ha quedado en tercera posición en porcentaje de votos en Donegal y Dublín Oeste. Este candidato obtuvo el 23% de los votos en las elecciones presidenciales de 2018.
El Fianna Fáil de Micheál Martin ha obtenido un total de 38 asientos, una ventaja estrecha frente a los 37 logrados por el Sinn Féin de Mary Lou McDonald. No obstante, el Sinn Féin sí tiene un porcentaje de votos más alto que el Fianna Fáil, 24,53% frente a 22,18, ventaja que no se ha traducido en más escaños.
En tercer lugar ha quedado el Fine Gael del primer ministro saliente, Leo Varadkar, con 35 escaños y el 20,86 por ciento de los sufragios, 15 asientos menos que en 2016.
Detrás se sitúa el Partido Verde, con 12 escaños y el 7,13% de los votos (10 más que en 2016); el Partido Laborista, 6 escaños y el 4,38% de los votos (uno menos); el Partido Socialdemócrata, 6 asientos y el 2,9% de los apoyos (tres más); y Solidaridad-La Gente Por Delante de los Beneficios, con 5 asientos y el 2,63% de los votos (uno menos). Por su parte, los candidatos independientes han logrado 21 escaños y el 15,39% de los votos.
El avance de Alternativa por Alemania elección tras elección, que se convertido en la pesadilla de los partidos tradicionales, no tiene por lo que se ve su traducción en Irlanda, donde los resultados de las elecciones generales del pasado 8 de febrero han supuesto un fiasco para la ultraderecha. Tras el desembarco de Vox en abril de 2019 en el Congreso español, con 24 diputados, y de Chega en la Asamblea portuguesa con un parlamentario en las elecciones de octubre, Irlanda se ha consolidado como una isla en medio del avance ultra en la UE.
La única que ha conseguido un escaño en la Asamblea irlandesa es la candidata independiente Verona Murphy, que relaciona a los inmigrantes con las personas pertenecientes al Estado Islámico. Estos comentarios hicieron que fuera retirada en su día de la candidatura del partido Fine Gael en la campaña electoral del pasado noviembre.
Dentro de la plataforma ultra que concurrió a estas elecciones existen dos partidos principales. El Partido Nacional, creado en 2016, presentó a nueve candidatos. Su líder, Justin Barret, ha asistido a eventos fascistas y neonazis en Europa defendiendo la lucha contra el aborto. Asegura que los médicos que lo realizan deberían ser condenados a pena de muerte. Otro de sus candidatos, James Reynolds, es uno de los que más votos ha conseguido, un 1,74%, pero la formación tan solo se ha quedado con el 0,2% de los votos.
La otra formación es el Partido de la Libertad Irlandesa, que contaba con 10 candidatos a ocupar un escaño en el Oireachtas o Parlamento irlandés. Este partido solo ha obtenido el 0,3% de votos.
Los candidatos independientes consiguen más votos, pero no logran el escaño
Entre los candidatos independientes vinculados a la extrema deecha también se puede destacar a la experiodista Gemma O'Doherty. Su discurso se caracteriza por estar en contra de la inmigración, negar el cambio climático y sus teorías conspiratorias. Apareció en los medios por señalar a un supermercado que, en uno de sus anuncios, puso a una pareja de personas racializadas. Asimismo, ha sido criticada por subir fotos de niños racializados con las que asegura que los irlandeses se están convirtiendo en una "minoría étnica" dentro del país. Ha obtenido el 1,97% de los votos en el condado de Fingal.
En su cuenta de Twitter asegura que "el multiculturalismo ha sido un desastre para Irlanda" y bromea sobre los efectos del cambio climático.
Por su parte, el empresario Peter Casey, que califica la inmigración como "una bomba de relojería", ha quedado en tercera posición en porcentaje de votos en Donegal y Dublín Oeste. Este candidato obtuvo el 23% de los votos en las elecciones presidenciales de 2018.
El Fianna Fáil de Micheál Martin ha obtenido un total de 38 asientos, una ventaja estrecha frente a los 37 logrados por el Sinn Féin de Mary Lou McDonald. No obstante, el Sinn Féin sí tiene un porcentaje de votos más alto que el Fianna Fáil, 24,53% frente a 22,18, ventaja que no se ha traducido en más escaños.
En tercer lugar ha quedado el Fine Gael del primer ministro saliente, Leo Varadkar, con 35 escaños y el 20,86 por ciento de los sufragios, 15 asientos menos que en 2016.
Detrás se sitúa el Partido Verde, con 12 escaños y el 7,13% de los votos (10 más que en 2016); el Partido Laborista, 6 escaños y el 4,38% de los votos (uno menos); el Partido Socialdemócrata, 6 asientos y el 2,9% de los apoyos (tres más); y Solidaridad-La Gente Por Delante de los Beneficios, con 5 asientos y el 2,63% de los votos (uno menos). Por su parte, los candidatos independientes han logrado 21 escaños y el 15,39% de los votos.
1 comentario:
No part of the country untouched by Sinn Féin's surge!
Congratulations Ireland!
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