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domingo, 27 de mayo de 2012

De la guerra civil española y los irlandeses

Me salgo tangencialmente del tema tratado normalmente en este blog para recordar una parte de la historia de la guerra civil española y de Irlanda, para ello rescato un texto de FUSILADOS DE TORRELLAS, que me parece que es sumamente interesante y que trata de manera detallada la triste aventura de la columna de Eoin O’Duffy y su apoyo al bando franquista:


Escudo del Tercio Irlandés, con el arpa céltica. Imagen de la web requetes.com
De no haber recibido tanto el bando republicano como el nacional ayuda internacional desde los primeros momentos, es muy probable que la Guerra Civil hubiera sido muy corta e incluso que no hubiese tenido ese nombre.

La presencia en el ejército de Franco de alemanes e italianos ha sido tratada exhaustivamente en toda clase de publicaciones. No así la de los voluntarios de otros países, cuyo apoyo a los “nacionales” es un aspecto de la Guerra Civil casi desconocido. Ingleses, irlandeses, franceses, rusos blancos, norteamericanos, rumanos, portugueses, sudamericanos… fueron algunas de las nacionalidades de quienes vinieron a luchar en la “cruzada anticomunista y católica”.


Inglaterra y Francia observan cómo la fascista Italia ayuda al ejército franquista contra la los republicanos españoles. Dibujo de David Low. Web WikiPedia
Muchos países tomaron como modelo a los fascistas italianos y a los nazis alemanes para abrazar un régimen totalitario o asistir al auge de partidos filo-nazis. Así surgieron imitadores que tuvieron mayor o menor fortuna. Este fue el caso de Irlanda, un pequeño país europeo que había alcanzado hacía poco su independencia y que se encontraba unido al nuestro por relaciones multiseculares.

Los irlandeses, tradicionalmente católicos, se identificaban con las
connotaciones religiosas de los rebeldes, así como con la antigua gloria de la época imperial española derivada de Felipe II. No en vano muchos desventurados naúfragos españoles de la Armada Invencible hallaron refugio en Irlanda.

"No mandé mis barcos a luchar contra los elementos", dijo Felipe II al conocer el desastre de la Armada Invencible, irónico nombre dado por los ingleses a la armada que se propuso la invasión de Inglaterra. En Irlanda murieron, tras los naufragios de numerosas naves, unos 10.000 españoles ahogados o ejecutados en la horca. Imagen de la web La historia con mapas
Un antiguo veterano de la guerra de independencia, Eoin O’Duffy, durante la cual se destacó al lado del legendario Michael Collins, que había sido general y mandado la policía nacional (An Garda Siochana) presidía el «Fine Gael», el principal partido de la derecha irlandesa. Desde 1935, estaba al frente del «National Corporate Party», una pequeña formación de corte filo-nazi. Sus militantes, los “Blueshirts” o “camisas azules”, creados a imitación del fascismo italiano, disputaban las calles a los del I.R.A. (Ejército republicano Irlandés).

El líder fascista Eoin O’Duffy junto a los ‘Blueshirts’, alrededor de 1935. Inicialmente miembro del IRA y lugarteniente de Michel Collins, O'Duffy fue depuesto de su cargo militar por Edmond De Valera por presiones del ala izquierda del IRA que no aceptaron sus simpatias por Mussolini y Hitler. Los voluntarios irlandeses en el bando rebelde salieron de las filas de este movimiento que se asimilaba en lo formal e intelectual a los fascismos continentales europeos, aunque se diferenciaba de ellos por un furibundo sentimiento católico integrista.Imagen de la Público.es
Durante el verano de 1936, O'Duffy trató de reclutar voluntarios para luchar en España junto a los sublevados. En Dublín, surgió rápidamente la polémica en torno al proyecto. El Parlamento votó con urgencia una ley que prohíbía a todo ciudadano irlandés que se alistase para combatir en España bajo pena de una multa y encarcelamiento.

Esto no impresionó a O’Duffy, que contaba con el apoyo oficial de la Iglesia irlandesa. En Nueva York, el Cardenal Hayes denunciaba a «los enemigos sanguinarios y diabólicos de Dios y de su iglesia», mientras Monseñor Fitzgerald, el obispo irlandés de Gibraltar, declaraba: «Se trata del porvenir de la religión del orden y del bien, no sóló para España, sino para una gran parte del mundo». Según el cardenal Mac Rory, que se manifestó en Drogheda, «se trata de saber si España será, como lo fue siempre, una tierra cristiana y católica o si va a ser una tierra bolchevique y hostil a Dios».


Los primeros voluntarios irlandeses ultra-católicos llegan a los centros de reclutamiento de los Blue Shirts.Imagen de la web La Guerra Civil Española
La guinda la puso el dominico Paul O'Sullivan dirigiéndose a un grupo de voluntarios: «…Vais a combatir en el Santo nombre de Dios, por la gloria de Dios, para defender a Dios, para salvar nuestra Santa Fe, para salvar la Cristiandad, para proteger al mundo de las atrocidades que han sido cometidas en Rusia, en Méjico y ahora en España» .

Eoin O’Duffy consiguió reclutar a 700 “Camisas Azules”, que partieron de las islas Británicas en 1936 hacia su destino en Cáceres, divididos en dos contingentes: uno llegado al puerto de El Ferrol y el otro, dirigido por el propio O’Duffy, al de Lisboa. El Portugal salazarista les dio todas las facilidades.


Gorro cuartelero y fajín de O'Duffy. Imagen de la web Monaghan County Council
Franco y O’Duffy firmaron un contrato para estipular las condiciones de la participación de los voluntarios irlandeses en la guerra. A pesar de que O’Duffy quería integrar a sus voluntarios en los regimientos de los Requetés, los ultra-católicos nacionales, tuvo que aceptar que se encuadraran en las filas del Tercio, aunque luego afirmaría que representaba “un gran privilegio”.

O´Duffy consiguió sin embargo que Franco aceptara una condición, cuando menos curiosa, por su participación en la guerra. En el acuerdo se hacía especial hincapié en el hecho de que los irlandeses no se enfrentarían a vascos por las similitudes que veían entre Euskal Herria con Irlanda.


La condición más importante que puso O'Duffy a Franco para luchar en sus filas fue la de no enfrentarse a los nacionalistas vascos, con quienes les unían lazos religiosos por su catolicismo exacerbado y también políticos, pues ambos buscaban la independencia. Unos de Inglaterra y otros de España. Ésta y otras condiciones se plasmaron en un pacto secreto. Imagen de la web El norte de Irlanda
Los irlandeses eran católicos fervientes y practicantes que no serían empleados contra los nacionalistas vascos por ser éstos también católicos. O'Duffy más tarde remarcó que los vascos "tenían tanto derecho a la separación de España como los seis condados del Ulster ".

Tan pronto como se instaló en su cuartel de Cáceres, la brigada irlandesa se sometió a una preparación intensiva bajo mando de un instructor español. La nueva unidad se llamó «XV Bandera» y llevaba el uniforme del Tercio, con arpas célticas en las solapas para distinguirse. En Cáceres se izaron banderas irlandesas en edificios públicos y muchas
procesiones contaban con la nota exótica de una banda de gaiteros de la Legión Irlandesa.

Tropas de O'Duffy practicando con una ametralladora, posiblemente en su acuartelamiento de Cáceres. Imagen de la web Carlow Militia
Sin embargo, su estancia en esta ciudad no estuvo libre de altercados, sobre todo por la afición de los irlandeses a las bebidas alcohólicas. Sus salidas por la ciudad fácilmente acababan en pelea, según se puede extraer de los testimonios escritos de algunos de los propios miembros de la brigada. En una ocasión estas pendencias acabaron con el resultado de la muerte de un magrebí y varios españoles heridos, por lo que se detuvo a varios irlandeses.

Los voluntarios irlandeses estaban deseosos de
entrar en combate contra los “rojos ateos”. Por fin llegaron las órdenes: debían dirigirse a Ciempozuelos, en el frente del Jarama. Su participación en la guerra fue, desde el principio, un desastre.

Nada más llegar a la línea del frente iniciaron un confuso tiroteo con una unidad de falangistas canarios recién llegados como ellos, confundiéndose unos a otros con milicianos republicanos. Al acabar el enfrentamiento, habían sufrido varias bajas a causa de lo que hoy denominaríamos “fuego amigo”.


La columna irlandesa se integró en el ejercito rebelde como la XV Bandera Legionaria Irlandesa que se distinguía de otras unidades llevando unas arpas célticas en la solapa. En la fotografía una unidad del general Valera se atrinchera en un punto del frente entre Ciempozuelos y Seseña, quizás las alturas de Espartinas.Imagen de la web Federación de foros Aranjuez ws.
Tras este comienzo tan descorazonador, quedaron estacionados en Titulcia, en el frente del Jarama. Allí, sólo pudieron tomar parte en acciones irrelevantes debido a su indisciplina. Los irlandeses se emborrachaban con frecuencia, se agredían entre ellos e incluso llegaron a hacerlo tanto con sus oficiales como con los españoles agregados a la bandera para intentar cohesionarla y convertirla en una unidad eficaz y combativa.

La guerra de trincheras, el frío, los piojos, la falta de agua, la inmovilidad, el hostigamiento enemigo… iban apagando sus ánimos. En abril del 37 anunciaron su marcha, volviéndose la inmensa mayoría de ellos a su país.


Irlanda los recibió con desdén. Desfilaron por las calles de Dublín, pero el ambiente era glacial. O'Duffy les recibió como cruzados: "No eran mercenarios, sino idealistas". Para católicos y conservadores la Brigada Católica Irlandesa de O’Duffy había hecho el ridículo en su pretendida “cruzada contra el comunismo”.


Los voluntarios irlandeses desfilan por las calles de Dublin, tras su vuelta a Irlanda. La aventura mercenaria impulsada tambien por la Iglesia católica irlandesa habia durado cerca de un año. Tras su vuelta, O'Duffy escribió el libro "Cruzada en España" e incrementó sus actividades propagandísticas de la ideología fascista.Imagen de la web La Guerra Civil Española
Los republicanos de izquierdas, consideraron que los hombres de O'Duffy habían traicionado el principio del republicanismo irlandés al haber acudido a agredir a otro país, en este caso también una República, que precisamente luchaba por defenderse de la intromisión, en forma de ayuda a los rebeldes, de otras potencias (Italia y Alemania).

Fue otro contingente irlandés, la famosa columna Connoly, compuesta por los brigadistas que acudieron en defensa de la República Española los que se ganaron el respeto para siempre tanto de sus compatriotas como de los republicanos españoles. Luchando por la República, integrados en la Brigada Lincoln de las Brigadas Internacionales, fueron tratados como los verdaderos héroes en Irlanda.

El último brigadista irlandés, Bob Doyle, fallecido en enero de 2009 a los 92 años de edad. Participó, a finales de octubre de 2008, en los actos del 70º aniversario de la despedida que Barcelona dispensó a las Brigadas Internacionales, donde pudo volver a escuchar las históricas palabras de la Pasionaria: "Volved a nuestro lado, que aquí encontraréis patria los que no tenéis patria, amigos, los que tenéis que vivir privados de amistad, y todos, todos, el cariño y el agradecimiento de todo el pueblo español...". España era su segunda patria.
Imagen de la web Antifa England
De los voluntarios de O'Duffy no ha quedado más que el olvido y el silencio. Los nietos de los brigadistas, en cambio, llevan muy a gala ser descendientes de los que en los países anglosajones han dado en llamar "los luchadores de la libertad".

Bibliografía


- Martínez Reverte, Jorge. La batalla del Ebro. Crítica, Barcelona, 2003.

- McGarry, F. Irish politics and the Spanish Civil War. Cork University Press, Cork, Éire. 1999.

- Preston, P. y Mackenzie, A.L. The Republic besieged: civil war in Spain 1936-1939. Edinburgh University Press, Edinburgh, 1996
- Raguer Suñer, H.M. La pólvora y el incienso: la Iglesia y la Guerra Civil Española. Península, Barcelona, 2001.

- Stradling, R.A. The Irish and the Spanish Civil War, 1936-39: crusades in conflict. Manchester University Press, Manchester, 1999.

Prensa digital

- “Irlanda contra el fascismo. Los voluntarios irlandeses que estuvieron a las órdenes de Franco regresan en lamentable estado”. Artículo del diario ABC, edición Madrid, de 8 de julio de 1937.

- “Irlandeses del lado de Franco” . Artículo de Antonio J. Martínez para Público.es, 01-04-2008.


Páginas web y blogs


- “Los irlandeses que lucharon en el bando nacional”. Web La Guerra Civil Española.

- “Eoin O'Duffy”. Web Spartacus Educational (en inglés).

- “Brigada Irlandesa”. Entrada de la WikiPedia.

- “Eoin O'Duffy”. Entrada de la WikiPedia (en inglés).

- “Trincheras del Jarama. Los irlandeses de Ciempozuelos: Católicos y fascistas”. Web de la Federación de foros Aranjuez.ws

- “Los irlandeses del ejército nacional”. Artículo de Cristophe Dolbeau para Razón española.

- “La Brigada del Pirraque”. Blog Lusipedia.

- “Las Brigadas Internacionales de Franco”. Artículo de Christopher Othen. Web Hispanismo.org

- “The Nazi side of the Irish Republican Movement”. Web sobre las Víctimas del terrorismo en South Armagh (Irlanda) (en inglés)

- “La Bandera Irlandesa del Tercio, 1936-1937”. Artículo de J. L. de Mesa. Web Belli Ludi

- "Discurso de Bob Doyle en el Jarama". Web del Foro por la Memoria

Material audiovisual


- “Irlanda y la Armada Invencible”. Vídeo de YouTube

Pongo algunas imágenes de la solidaridad y el recuerdo en Belfast con las brigadas internacionales:











La escultura inaugurada por Bob Doyle, que fué decapitada por algún vándalo en 2010 y la placa a las Brigadas Internacionales en el John Hewitt (Pub de Belfast):




























Hay muchos puntos de Irlanda que recuerdan a sus brigadistas internacionales, para verlos todos ir a:
http://irelandscw.com/Images/ibmtMapIreland.htm.

11 comentarios:

Anónimo dijo...

Muy buen artículo!

Desconocia totalmente esta historia.

Anónimo dijo...

Muy interesante, enhorabuena. Aunque no acabo de entender el criterio de uso de cursivas en el texto...

Saludos

Alias dijo...

Me alegro de que os haya gustado a ambos, debemos agradecerselo al autor, al igual que deberíamos de preguntar al mismo, el porqué del uso de las cursivas en cada momento.

Un saludo!

Anónimo dijo...

en dublin hay otro monumento dedicado a los brigadistas irlanseses, en la zona del liberty hall

Alias dijo...

Sí, ciertamente en Irlanda hay un buen número de homenajes a los brigadistas por toda la isla.

Un saludo.

Anónimo dijo...

EN tanto colofon,a la sensacion de ridiculo,que rodeo a la expedicion de 0'duffy,esta el caustico y sarcastico comentario,de brendan beehan,cuando afirmo que debia ser la unica expedicion militar de la historia,que regreso con mas integrantes de los que habian partido.Uno de los libros citados en la bibliografia,el de paul preston,sobre la dimension internacional de la guerra civil española,esta traducido al castellano,y tiene un capitulo integro dedicado a irlanda.con los mejores saludos republicanos,jose leon.

Alias dijo...

Bueno sería hacerse con el libro, es algo que tengo pendiente, aunque ahora por cuestiones de tiempo me es muy difícil buscar un hueco para leer más.

Un saludo Jose y gracias por tus aportes!

Juan Campos dijo...

Pues es una información muy sectaria. Lo de Brendan behan no deja de ser una mentira para hacer un chiste, aquí murieron varios irlandeses de O,Duffy.
En cuanto a su comportamiento, a pesar de una muy irlandesa afición a la bebida, bastante mejor y menos siniestro que el de brigadistas del otro bando, con sus depuraciones y sus fanatismos ideológicos.

Alias dijo...

Juan Campos, tú opinión queda reflejada, pero calificar de sectáreo un texto acabando tu crítica con esa frase, es un poco curioso... que de fanatismo ideológico no creo que O'Duffy y cia puedan dar lecciones.

Juan Campos dijo...

Alias: Por ejemplo se dice gratuitamente que el recibimiento fue gélido, sin distinguir el recibimiento a nivel popular y a nivel oficial. De Valera, con su actitud de no intervención, no iba a prestarse a celebrar a estos voluntarios. Además es injurioso llamarlos "mercenarios" cuando eran idealistas que sacrificaron familia, trabajo y cualquier remuneración-leed las condiciones espartanas para enrolarse- aún más idealistas que los de las Internacionales.
En cuanto a su comportamiento, te dsafio a que encuentres en la Bandera Irlandesa las depuraciones y crímenes sectarios, con checas y asesinatos incluidos cometidos por los agentes estalinistas en las brigadas.

Alias dijo...

Vamos a ver, tu argumentación parte de un concepto erróneo, comparas a los que fueron a luchar contra el fascismo y un golpe de Estado con los que fueron a apoyar a un militar golpista.
Estos últimos se encuadran en una ideología que tiene como valores el fascismo, que per se es un antivalor.

Sé que me dirás ahora que la ideología republicana y de izquierdas era tal y cual (conozco bien las argumentaciones que soléis usar), pero te recuerdo que esta página, desde el absoluto respeto y el deseado pluralismo (publico cualquier comentario que no sea ofensivo)no va a ejercer en modo alguno de altavoz para defender posturas fascistas y/o franquistas.

Publico información de todo tipo sobre Irlanda (que por desgracia tiene también ese tipo de gente aún), pero no voy a generar debates que para mí parten de un punto perverso, el de querer legitimar el fascismo en cualquiera de sus formas.

Hay muchos foros para la discusión política de ese tema, y por supuesto en otros foros, yo soy el primero en debatir largo y tendido sobre errores y aciertos de cualquier ideología.

Por cierto, mal que te pese el recibimiento a los fascistas de O'Duffy fue frio y a día de hoy son vistos como una mancha para Irlanda, no así los brigadistas que tienen monumentos por toda la isla recordando su altruista lucha.

Un saludo.