Nacida en Belfast, activista de toda la vida contra la desigualdad fue la hermana menor del United Irishman, Henry Joy McCracken, a quien acompañó en su camino a la horca en 1798.
Mary Ann, que provenía de una prominente familia de comerciantes presbiterianos, se vio influenciada por los ideales republicanos de Thomas Paine y el feminismo de Mary Wollstonecraft durante su adolescencia. El movimiento abolicionista estadounidense también atrajo su apoyo durante ese tiempo.
Mary Ann fue una gran partidaria de los Irlandeses Unidos y ayudó a los republicanos en fuga y a los que se enfrentaban a la cárcel. A lo largo de su larga vida, el apoyo de Mary Ann al republicanismo nunca vaciló.
Mary Ann dedicó su vida a luchar por los pobres y explotados, por la igualdad y el sufragio femenino, contra el trabajo infantil y por la igualdad racial y religiosa, causas por las que luchó hasta bien entrada la vejez.
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