Tuve el honor y el placer de conocer a Desmond Tutu a lo largo de los años. Era amigo de Irlanda y partidario del proceso de paz irlandés. Era un ser humano notable, compasivo e inspirador. Nunca transigió en su creencia en la bondad esencial de las personas o en el imperativo del diálogo como medio para resolver las diferencias.
La muerte del arzobispo Tutu ha silenciado una voz de la razón por una sociedad más amable, solidaria, justa y empática. Su coraje a lo largo de décadas de lucha y su decidido apoyo a los derechos humanos y especialmente al pueblo de Palestina es un desafío para la comunidad internacional.
Expreso mis condolencias al pueblo de Sudáfrica, al presidente Cyril Ramaphosa y a la familia del arzobispo Tutu.
La muerte del arzobispo Tutu ha silenciado una voz de la razón por una sociedad más amable, solidaria, justa y empática. Su coraje a lo largo de décadas de lucha y su decidido apoyo a los derechos humanos y especialmente al pueblo de Palestina es un desafío para la comunidad internacional.
Expreso mis condolencias al pueblo de Sudáfrica, al presidente Cyril Ramaphosa y a la familia del arzobispo Tutu.
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