Al encarar un nuevo año en el que la pandemia de Covid todavía se cierne sobre nuestras comunidades, reiteramos nuestra postura de que la solidaridad comunitaria y el sentido común ofrecen la mejor réplica a los efectos de la pandemia.
Los republicanos irlandeses deben aprovechar el próximo año para reevaluar fundamentalmente la dirección política y estratégica del republicanismo irlandés. Tal como estamos ahora, la dirección política y estratégica está moribunda.
El manto del republicanismo irlandés solo puede ser heredado por aquellos que tienen ideas para promoverlo. Existe un claro déficit de todos los grupos republicanos para tales ideas, lo que significa que simplemente defender el nombre de un grupo es un acto político sin sentido. La repetición predecible no es una actividad revolucionaria.
Los republicanos irlandeses tienen la obligación revolucionaria de proporcionar a la juventud de Irlanda una plataforma creíble para la resistencia. El entusiasmo de la juventud es el vigor de cualquier nación; su uso indebido para hazañas mal concebidas representa un grave abuso de confianza.
Continúan planteándose serios interrogantes sobre el uso actual de las acciones armadas y las repercusiones negativas, no solo en la lucha republicana en general, sino en la lucha de las familias individuales que tienen miembros encarcelados. El derecho a utilizar la lucha armada disciplinada no está en duda; su uso irresponsable es una ortiga que los republicanos deben agarrar si quieren surgir otras formas de resistencia efectiva.
En esencia, lo que enfrentamos ahora es un momento decisivo que enfrentó el Movimiento Republicano después del final de la Campaña Fronteriza. En un acto de competencia política y militar, se dictó una orden de "bajar las armas" y se hizo un balance del statu quo político.
El análisis republicano no está en la narrativa nacional y solo nosotros tenemos la culpa de eso. A medida que nos acercamos a los centenarios de nuestro período revolucionario, nuestra voz debería ser la más relevante de todas. En cambio, la soberanía irlandesa está a merced de un referéndum fronterizo controlado por los británicos sin apetito político en el organismo político irlandés por un cambio constitucional.
2022 debe ser el año en que los republicanos irlandeses aborden y resuelvan los problemas internos fundamentales que están demostrando ser un gran obstáculo para la lucha republicana. ¡No podemos dejarlo más!
Beir bua.
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