Piedras y calabazas fueron arrojadas a las ventanas de su casa en Portadown en el último ataque, el sábado por la noche.
Según la BBC, Florentina Dimache dijo que llegaron al Norte para trabajar y por sus hijos, pero que ya no se sienten seguros.
La policía dijo que la familia "no había hecho nada para justificar ningún tipo de problema" y que estaban siendo atacados "simplemente por su nacionalidad".
La Sra. Dimache, que tiene dos hijos pequeños, dijo que solo quería que estuvieran a salvo.
Dijo que había unos 20 adolescentes fuera de la casa familiar el sábado por la noche y que también estaban golpeando la puerta. Otra noche, la multitud golpeó con tanta fuerza que la puerta se rompió.
"Dormí en el suelo porque no podía cerrar la puerta", dijo.
La policía sugirió que los Dimache no eran la única familia en el área que estaba siendo objeto de tales ataques.
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