Este año, 2020, no es diferente, aunque no habrá marchas de protesta o reunión de camaradas para conmemorar la ocasión, será marcado internacionalmente por sindicalistas, activistas políticos y comunitarios que se detendrán para recordar a los que nos precedieron luchando por la liberación de nuestra clase.
Este año tiene una gran intensidad, ya que a partir de hoy, varios trabajadores de primera línea en los estados de los Seis y Ventiséis han muerto para combatir la propagación de la COVID-19. Nuestros pensamientos están con sus familias y sus colegas a medida que continúan en sus esfuerzos, muchos sin equipo esencial de protección personal (EPP - EPI) o acceso a pruebas y sin pago de riesgos.
La clase trabajadora, como siempre, pagará el precio más alto por la crisis actual. Ya sea a través de muertes en la primera línea en los esfuerzos para combatir la propagación, una mayor exposición en los trabajos de primera necesidad o el impacto de que más personas de la clase trabajadora sean empujadas a la pobreza y al hambre. Las estadísticas limitadas ya publicadas bajo dominio público muestran un vínculo claro entre la clase y la exposición con muertes por el coronavirus. Mientras que algunos banqueros y especuladores se están riendo todo el camino hacia el banco, un número cada vez mayor de la clase trabajadora está caminando hacia los bancos de alimentos.
Seamos claros; los ricos deben pagar por la COVID-19. Si los poderes existentes en los gobiernos de los Seis y Veintiséis Condados piensan que las clases trabajadoras de esta isla aceptarán otros diez años de austeridad, entonces se equivocan. Nuestras comunidades no aceptarán a quienes proclaman estar en contra de los recortes y administran otras medidas de austeridad. Si bien la "Reforma de bienestar", entre otras iniciativas contra la clase trabajadora, se diseñó en Whitehall, fue votada por los de Stormont y administrada por los que viven en nuestras comunidades.
Cuando Stormont, el bastión de la capital en los Seis Condados ocupados, se iluminará en rojo para el primero de mayo, esos mismos partidos que controlan las palancas del poder en sus corredores yacen durmiendo al volante en términos de una respuesta a la crisis de la COVID-19 ; de hecho, cuando se trata de adquirir EPP muy necesarios para aquellos en la primera línea de la lucha contra el virus, han caído en coma. Han permitido que se eliminen los pagos por riesgos del trabajador municipal de Belfast y despidieron a 27 empleados del consejo municipal de Antrim y Newtownabbey.
Como las agencias estatales han vuelto a ser deficientes, en los treinta y dos condados, las comunidades de clase trabajadora se han reunido y organizado para proporcionar servicios esenciales a nuestros ciudadanos en su momento de necesidad.
Los activistas de Lasair Dhearg han estado a la vanguardia con estos esfuerzos en Belfast y en los Comités de Defensa de la Comunidad (CDC), una iniciativa que ha demostrado el poder de nuestros esfuerzos colectivos para proporcionar servicios esenciales en ausencia del estado.
Han brindado a muchos en nuestras comunidades un recordatorio de la importancia renovada de la autoorganización y el empoderamiento sobre los que debemos construir a medida que avanzamos en nuestras ambiciones de realizar la República Socialista.
No puede haber retorno al status quo de la explotación capitalista e imperialista desenfrenada.
Entonces, en este Primero de Mayo reflexionamos sobre las palabras de la organizadora sindical nacida en Cork, la Madre Mary Jones, quien dijo: "Recuerda a los muertos, lucha como en el infierno por los vivos".
Por la emancipación de la clase trabajadora y una República Socialista.
Ar aghaidh linn le chéile. [continuemos avanzando juntos]
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