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domingo, 29 de mayo de 2016

Controversia por la actitud del embajador canadiense en Irlanda con un activista de la IRPWA

La acción del embajador canadiense en Irlanda, Kevin Vickers, quien reprendió violentamente a un manifestante pacífico durante un evento oficial en Dublín, generó controversia en Canadá.

Vickers, quien fue tratado como 'héroe' al detener en Ottawa a un 'supuesto terrorista', fue cuestionado tras tomar por la fuerza al manifestante Brian Murphy (IRPWA) y sacarlo del escenario donde se realizaba una ceremonia para honrar a soldados británicos que murieron en 1916.

Las imágenes del embajador, de 59 años, visiblemente molesto, tomando de la chamarra al hombre que protestaba en forma pacífica, acaparó las redes sociales.

El incidente provocó que incluso se publicaran unos “memes” donde aparece el diplomático con una pistola al estilo del agente 007, mientras otros mensajes sugerían: “cuidado no hagas enojar a Vickers”.

Vickers, un ex sargento de Armas y ex oficial de la Real Policía Montada de Canadá, alcanzó notoriedad en octubre de 2014 tras poner bajo control a un hombre que ingresó a la sede del Legislativo y empezó a disparar, tras haber matado a un soldado.

El sargento Vickers logró inmovilizar al atacante, cuyo acto fue catalogado como terrorista, evidenciando la vulnerabilidad de Canadá.

El oficial fue considerado un héroe y recibió honores oficiales en la Cámara de los Comunes, al día siguiente de aquel “martes negro” en la historia de Canadá.

Posteriormente, Vickers fue nombrado embajador de Canadá en Irlanda por el anterior gobierno conservador de Stephen Harper, cargo que ocupa desde el 19 de enero de 2015.

Sin embargo, el ahora embajador actuó como un oficial en servicio, sin importar su investidura diplomática. Incluso, como muestran las imágenes, actuó solo y antes de que interviniera la policía de Dublin.

No obstante, voces de la política consideraron que la reacción fue incorrecta, no sólo por su calidad de diplomático, sino por tomar por la fuerza a un hombre que “sólo atacaba con palabras”.

“Sin duda es una inusual conducta de un embajador y estoy seguro que recibirá algún tipo de comentario por parte de la cancillería canadiense”, consideró John English, director del Centro Bill Graham, en la Universidad de Toronto.

Para Gar Pardy, expresidente del servicio consular de Canadá, “no es el rol de un embajador hacer cumplir la ley en otro país”.


De acuerdo con versiones de prensa, Brian Murphy compró un boleto para estar presente en la ceremonia y alzar la voz en defensa de dos republicanos irlandeses acusados de matar a un oficial de policía (los dos de Craigavon, que desde el Republicanismo irlandés se considera que son inocentes y víctimas de una acusación falsa elaborada contra ellos).

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