Pongo un extenso texto del presidente del Republican Sinn Féin que por su enorme interés creo conveniente difundir.
Pese a que es bien sabido que mis posiciones actuales difieren en algunos puntos con las oficiales del RSF, creo que en esencia este texto muestra claramente uno de los graves problemas del republicanismo irlandés fuera de la órbita del SF.
Sin duda aparte de criticar, como era de esperar por otro lado, a la escisión con base en Limerick, en el texto se lanza claramente una andanada a RAAD (actualmente unificado, bajo las siglas IRA, con el R.IRA, la facción con base en el condado de Tyrone y algún grupo menor independiente hasta la unión).
Me hubiese gustado ver en este texto alguna reflexión sobre la práctica llevada a cabo por el RSF ante estos sucesos, y evidentemente me hubiese gustado leer alguna crítica sobre la (in)actividad de su facción armada afín ante estos hechos y ante su situación orgánica, pero bueno, supongo que es mucho pedir.
Pese a todo os dejo este -desde mi punto de vista- gran texto. Pido a l@s lectores/as que entiendan que debido a la longitud y dificultad del mismo, algunas palabras pueden no ser literales en su traducción, pero he intentado ajustarme todo lo posible a la letra y el espíritu del texto.
"Muchos encontrarán la siguiente lectura incómoda mientras que más discutiran que los temas tratados aquí se deben evitar a toda costa en interés de la "unidad". Creo que barrer estos problemas bajo la alfombra en lugar de enfrentarse a ellos es hacer un flaco favor al republicanismo irlandés. Yo iría más lejos y diría que enfrentar estos problemas es un deber que no puede ser ignorado. Llega un momento en que hay que decir ciertas cosas y ponerlas en el dominio público.
El republicanismo irlandés es posiblemente una de las más antiguas tradiciones revolucionarias del mundo. Sus raíces llegan de vuelta al final del siglo XVIII y la fundación de la Sociedad de Irlandeses Unidos en 1791.
A lo largo de esa larga historia se ha enfrentado a muchas amenazas y en determinados períodos, parecía que se había extinguido - en la década de 1940 el ministro de Justicia de los 26 Condados, Gerry Boland, se jactó de que el IRA había muerto y que él lo había matado. Boland no tuvo más éxito que muchos de los que fueron antes o vendrían después de él, a pesar de siglos de coerción se ha mantenido encendida la llama revolucionaria. El republicanismo ha sobrevivido a la horca, al fusilamiento, los campos de internamiento, y las prisiones.
Toda la panoplia de leyes draconianas y represión han sido empleadas por Westminster, Stormont y Leinster House en un intento de extinguir esa llama. Que no hayan tenido éxito en conseguirlo puede ser atribuido a una serie de razones. Sin embargo una de las razones que destaca sobre todas los demás es el simple hecho de que el republicanismo irlandés ha recibido, por lo menos, el respeto y la consideración de grandes sectores de la población irlandesa.
Incluso aquellos que se declaran enemigos de la tradición republicana revolucionaria han profesado un respeto a regañadientes por el idealismo e integridad que la sustentan. Escribiendo en el Irish Times el 14 de septiembre John Waters, mientras que desestimó las organizaciones a las que Bobby Sands y Patsy O'Hara pertenecían, todavía reconoció: "había algo noble y redentor en la convicción y el sacrificio de estos hombres".
Hoy a las filas del enemigo se han hinchado con antiguos camaradas ahora preparados para administrar y hacer cumplir la norma británica, pero una nueva amenaza ha surgido en los últimos años y en muchos aspectos es potencialmente la más grave de todo a lo que el republicanismo irlandés se ha enfrentado a lo largo de su extensa historia.
El surgimiento de agrupaciones autocalificadas por sí mismos como "republicanas", pero que en realidad no están usando ese título noble más que para ocultar su verdadero propósito de extorsión y crimen organizado. En algunos casos, estas agrupaciones se hacen pasar por activistas anti-drogas, haciéndose pasar por 'campeones de la comunidad'. Estas pandillas son una amenaza insidiosa para la supervivencia misma del ideal republicano.
Estos grupos pseudo-republicanos buscan controlar a sus comunidades a través del miedo. Haciéndose pasar por revolucionarios ocultan la sombría realidad de que la única guerra que libran no es la de liberación nacional, sino una guerra contra los jóvenes de sus propias comunidades. El obligar a un padre a llevar a su hijo para un disparo de castigo como sucedió en Derry es medieval y está muy lejos de cualquier ideal del republicanismo progresista.
Las pandillas de las drogas que venden sus mercancías en las comunidades a través de Irlanda y de todas las clases, son enemigos del pueblo irlandés. Los activistas comunitarios y políticos que se oponen a ellos merecen nuestro apoyo pleno y activo. Los republicanos irlandeses están orgullosos del papel que jugaron grupos como Concerned Parents Against Drugs en la década de 1980, y hoy en día es de vital importancia que los republicanos irlandeses sigan firmes en sus comunidades urbanas y rurales en oposición a estos traficantes de la muerte y la destrucción social.
Sin embargo, los grupos pseudo-republicanos que sacan dinero de los traficantes de drogas no son menos parasitos de los traficantes de drogas en sí. En muchos sentidos, son peores, en cuanto a que son sanguijuelas de las comunidades que pretenden defender - en efecto son los traficantes de drogas por sustitución con el insulto añadido de mancillar el buen nombre del republicanismo al hacerlo. Las actividades de estas bandas pseudo-republicanas tienen la posibilidad de destruir como un cáncer en el corazón mismo del republicanismo irlandés, dejando a su paso una cáscara vacía sin ninguna relevancia ni credibilidad.
La obligación de poner fin a esta falsedad es de los que afirman tener el título de republicanismo. Tenemos un deber de resistir a este secuestro del ideal republicano, hay que predicar con el ejemplo y asegurar que el republicanismo irlandés auténtico siga viviendo en los corazones del pueblo irlandés.
No es suficiente reclamar los títulos de propiedad sin actuar sobre ellos. Para ello tenemos en el Republican Sinn Féin que asegurar que hay una clara distinción que se puede hacer entre lo que representa el verdadero republicanismo y los que en proporcionan una parodia perversa y retorcida del mismo. Durante los últimos dos años el Republican Sinn Féin han sido blanco directo de dicha actividad. Un grupo liderado desde Limerick ha intentado robar nuestra identidad y buen nombre con el fin de encubrir sus actividades delictivas. Esta pandilla en particular cumple con los criterios de las operaciones de propaganda negra (intoxicación) ejercida por las fuerzas del Estado por las que se establece una agrupación sombra hasta que llega a ser una perversión de todo lo que el movimiento revolucionario legítimo representa. El propósito de estas agrupaciones falsas es sembrar confusión, moral baja y desacreditar al movimiento revolucionario genuino.
En el pasado, el Republican Sinn Féin ha sido acusado por sus opositores de ser "elitista". Creo que esta es una acusación que en realidad no debemos tener miedo de abrazar. Cuando se trata de asegurar que nuestro movimiento es creíble, y una organización política revolucionaria motivada, que se describa como elitista debe considerarse como una insignia de honor.
El Movimiento Republicano largo de su historia se ha enorgullecido de atraer al más idealista, sincero y capaz de cada generación. En su historia seminal de 'IRA The Secret Army' escrito por el Movimiento Republicano en la década de 1920, J Bowyer Bell dijo lo siguiente: "Las reuniones del consejo del ejército y las conferencias del GHQ bullían de ideas, conflictos, opciones y sugerencias que, a pesar del desgaste de tiempo y política, mantuvo en el liderazgo tanto talento como no podría encontrarse dentro de un grupo en Irlanda. Thomas Davis establece lo que se requiere en la creación de un movimiento nacional: "Debemos ser disciplinados - disciplinados en virtud rigurosa y fuertes en un sentido de la justicia, la verdad y la confianza nacional" Terence Mac Swiney también establece un estándar alto:" Nosotros debemos obtener una adecuada concepción de la gran causa que defendemos, su magnitud y majestuosidad, y que para ser dignos de su servicio debemos tener un estándar irreprochable". En la Irlanda del siglo XIX debería ser la medida que aspiramos. Es a partir de ese material que las revoluciones son fermentadas y a través de esos ideales una causa en la que vivir.
Hacerlo de otra forma es renunciar a la tradición revolucionaria - que ha sobrevivido tanto a los esfuerzos de los Estados británico como de los 26 condados - como a fuerzas oscuras que bailan al dictado de muchos maestros de las marionetas.
Creo que es apropiado terminar con las palabras de la Proclamación de 1916, que son palabras que todos los que buscan tomar el estandarte del republicanismo deberían reflexionar largo y tendido: "oramos para que nadie que sirva esta causa la deshonre por cobardía , inhumanidad, o rapiña."
Pese a que es bien sabido que mis posiciones actuales difieren en algunos puntos con las oficiales del RSF, creo que en esencia este texto muestra claramente uno de los graves problemas del republicanismo irlandés fuera de la órbita del SF.
Sin duda aparte de criticar, como era de esperar por otro lado, a la escisión con base en Limerick, en el texto se lanza claramente una andanada a RAAD (actualmente unificado, bajo las siglas IRA, con el R.IRA, la facción con base en el condado de Tyrone y algún grupo menor independiente hasta la unión).
Me hubiese gustado ver en este texto alguna reflexión sobre la práctica llevada a cabo por el RSF ante estos sucesos, y evidentemente me hubiese gustado leer alguna crítica sobre la (in)actividad de su facción armada afín ante estos hechos y ante su situación orgánica, pero bueno, supongo que es mucho pedir.
Pese a todo os dejo este -desde mi punto de vista- gran texto. Pido a l@s lectores/as que entiendan que debido a la longitud y dificultad del mismo, algunas palabras pueden no ser literales en su traducción, pero he intentado ajustarme todo lo posible a la letra y el espíritu del texto.
En defensa del republicanismo irlandés
Des Dalton, Presidente del Republican Sinn Féin
"Muchos encontrarán la siguiente lectura incómoda mientras que más discutiran que los temas tratados aquí se deben evitar a toda costa en interés de la "unidad". Creo que barrer estos problemas bajo la alfombra en lugar de enfrentarse a ellos es hacer un flaco favor al republicanismo irlandés. Yo iría más lejos y diría que enfrentar estos problemas es un deber que no puede ser ignorado. Llega un momento en que hay que decir ciertas cosas y ponerlas en el dominio público.
El republicanismo irlandés es posiblemente una de las más antiguas tradiciones revolucionarias del mundo. Sus raíces llegan de vuelta al final del siglo XVIII y la fundación de la Sociedad de Irlandeses Unidos en 1791.
A lo largo de esa larga historia se ha enfrentado a muchas amenazas y en determinados períodos, parecía que se había extinguido - en la década de 1940 el ministro de Justicia de los 26 Condados, Gerry Boland, se jactó de que el IRA había muerto y que él lo había matado. Boland no tuvo más éxito que muchos de los que fueron antes o vendrían después de él, a pesar de siglos de coerción se ha mantenido encendida la llama revolucionaria. El republicanismo ha sobrevivido a la horca, al fusilamiento, los campos de internamiento, y las prisiones.
Toda la panoplia de leyes draconianas y represión han sido empleadas por Westminster, Stormont y Leinster House en un intento de extinguir esa llama. Que no hayan tenido éxito en conseguirlo puede ser atribuido a una serie de razones. Sin embargo una de las razones que destaca sobre todas los demás es el simple hecho de que el republicanismo irlandés ha recibido, por lo menos, el respeto y la consideración de grandes sectores de la población irlandesa.
Incluso aquellos que se declaran enemigos de la tradición republicana revolucionaria han profesado un respeto a regañadientes por el idealismo e integridad que la sustentan. Escribiendo en el Irish Times el 14 de septiembre John Waters, mientras que desestimó las organizaciones a las que Bobby Sands y Patsy O'Hara pertenecían, todavía reconoció: "había algo noble y redentor en la convicción y el sacrificio de estos hombres".
Hoy a las filas del enemigo se han hinchado con antiguos camaradas ahora preparados para administrar y hacer cumplir la norma británica, pero una nueva amenaza ha surgido en los últimos años y en muchos aspectos es potencialmente la más grave de todo a lo que el republicanismo irlandés se ha enfrentado a lo largo de su extensa historia.
El surgimiento de agrupaciones autocalificadas por sí mismos como "republicanas", pero que en realidad no están usando ese título noble más que para ocultar su verdadero propósito de extorsión y crimen organizado. En algunos casos, estas agrupaciones se hacen pasar por activistas anti-drogas, haciéndose pasar por 'campeones de la comunidad'. Estas pandillas son una amenaza insidiosa para la supervivencia misma del ideal republicano.
Estos grupos pseudo-republicanos buscan controlar a sus comunidades a través del miedo. Haciéndose pasar por revolucionarios ocultan la sombría realidad de que la única guerra que libran no es la de liberación nacional, sino una guerra contra los jóvenes de sus propias comunidades. El obligar a un padre a llevar a su hijo para un disparo de castigo como sucedió en Derry es medieval y está muy lejos de cualquier ideal del republicanismo progresista.
Las pandillas de las drogas que venden sus mercancías en las comunidades a través de Irlanda y de todas las clases, son enemigos del pueblo irlandés. Los activistas comunitarios y políticos que se oponen a ellos merecen nuestro apoyo pleno y activo. Los republicanos irlandeses están orgullosos del papel que jugaron grupos como Concerned Parents Against Drugs en la década de 1980, y hoy en día es de vital importancia que los republicanos irlandeses sigan firmes en sus comunidades urbanas y rurales en oposición a estos traficantes de la muerte y la destrucción social.
Sin embargo, los grupos pseudo-republicanos que sacan dinero de los traficantes de drogas no son menos parasitos de los traficantes de drogas en sí. En muchos sentidos, son peores, en cuanto a que son sanguijuelas de las comunidades que pretenden defender - en efecto son los traficantes de drogas por sustitución con el insulto añadido de mancillar el buen nombre del republicanismo al hacerlo. Las actividades de estas bandas pseudo-republicanas tienen la posibilidad de destruir como un cáncer en el corazón mismo del republicanismo irlandés, dejando a su paso una cáscara vacía sin ninguna relevancia ni credibilidad.
La obligación de poner fin a esta falsedad es de los que afirman tener el título de republicanismo. Tenemos un deber de resistir a este secuestro del ideal republicano, hay que predicar con el ejemplo y asegurar que el republicanismo irlandés auténtico siga viviendo en los corazones del pueblo irlandés.
No es suficiente reclamar los títulos de propiedad sin actuar sobre ellos. Para ello tenemos en el Republican Sinn Féin que asegurar que hay una clara distinción que se puede hacer entre lo que representa el verdadero republicanismo y los que en proporcionan una parodia perversa y retorcida del mismo. Durante los últimos dos años el Republican Sinn Féin han sido blanco directo de dicha actividad. Un grupo liderado desde Limerick ha intentado robar nuestra identidad y buen nombre con el fin de encubrir sus actividades delictivas. Esta pandilla en particular cumple con los criterios de las operaciones de propaganda negra (intoxicación) ejercida por las fuerzas del Estado por las que se establece una agrupación sombra hasta que llega a ser una perversión de todo lo que el movimiento revolucionario legítimo representa. El propósito de estas agrupaciones falsas es sembrar confusión, moral baja y desacreditar al movimiento revolucionario genuino.
En el pasado, el Republican Sinn Féin ha sido acusado por sus opositores de ser "elitista". Creo que esta es una acusación que en realidad no debemos tener miedo de abrazar. Cuando se trata de asegurar que nuestro movimiento es creíble, y una organización política revolucionaria motivada, que se describa como elitista debe considerarse como una insignia de honor.
El Movimiento Republicano largo de su historia se ha enorgullecido de atraer al más idealista, sincero y capaz de cada generación. En su historia seminal de 'IRA The Secret Army' escrito por el Movimiento Republicano en la década de 1920, J Bowyer Bell dijo lo siguiente: "Las reuniones del consejo del ejército y las conferencias del GHQ bullían de ideas, conflictos, opciones y sugerencias que, a pesar del desgaste de tiempo y política, mantuvo en el liderazgo tanto talento como no podría encontrarse dentro de un grupo en Irlanda. Thomas Davis establece lo que se requiere en la creación de un movimiento nacional: "Debemos ser disciplinados - disciplinados en virtud rigurosa y fuertes en un sentido de la justicia, la verdad y la confianza nacional" Terence Mac Swiney también establece un estándar alto:" Nosotros debemos obtener una adecuada concepción de la gran causa que defendemos, su magnitud y majestuosidad, y que para ser dignos de su servicio debemos tener un estándar irreprochable". En la Irlanda del siglo XIX debería ser la medida que aspiramos. Es a partir de ese material que las revoluciones son fermentadas y a través de esos ideales una causa en la que vivir.
Hacerlo de otra forma es renunciar a la tradición revolucionaria - que ha sobrevivido tanto a los esfuerzos de los Estados británico como de los 26 condados - como a fuerzas oscuras que bailan al dictado de muchos maestros de las marionetas.
Creo que es apropiado terminar con las palabras de la Proclamación de 1916, que son palabras que todos los que buscan tomar el estandarte del republicanismo deberían reflexionar largo y tendido: "oramos para que nadie que sirva esta causa la deshonre por cobardía , inhumanidad, o rapiña."
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