Introducida con el pretexto de hacer frente a una situación de "emergencia", la Ley de poderes especiales permaneció en vigor hasta que fue reemplazada por la Ley de disposiciones de emergencia en 1973.
La ley dio cobertura legal a una campaña de hostigamiento, intimidación, asalto, encarcelamiento y asesinato de republicanos y nacionalistas que duró décadas.
La ley también se utilizó para prohibir publicaciones republicanas, protestas políticas, marchas y conmemoraciones.
En 1963, el entonces Ministro de Justicia de Sudáfrica, BJ Vorster, declaró que él; “estaría dispuesto a cambiar toda la legislación de ese tipo por una cláusula de la Ley de Poderes Especiales de Irlanda del Norte”.
En los casi 50 años transcurridos desde que se derogó la Ley de Poderes Especiales, el estado británico ha introducido múltiples leyes represivas con el pretexto de luchar contra el "terrorismo", una legislación que ataca los derechos humanos y los principios mismos de un sistema de justicia justo.
Como escribió Bobby Sands desde su celda H-Block; “No tienen nada en todo su arsenal imperial que pueda romper el espíritu de un irlandés que no quiere que lo rompan”.
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