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viernes, 8 de abril de 2022

La Orden de Orange dice que no se debe regresar a Stormont mientras persistan los problemas del protocolo

La Gran Logia Orangista de Irlanda ha dicho que “no debería haber retorno a Stormont” mientras los problemas relacionados con el ''Protocolo de Irlanda del Norte'' sigan sin resolverse.

El mensaje ha sido entregado en un documento de la Institución Orangista que insta a los unionistas de todos los matices a hacer que su voto cuente el 5 de mayo.

De lo contrario, dice, “eso será interpretado por el republicanismo como un voto en contra de que Irlanda del Norte permanezca en el Reino Unido”.

“Nuestro futuro no está en lamentar el pasado, sino en adaptarnos al presente y prepararnos para el futuro”, dice.

“Nunca debemos perder de vista el principio central del unionismo: que Irlanda del Norte debe continuar siendo una parte integral e igualitaria del Reino Unido”.

Igualmente rinde homenaje a organizaciones como Ulster Volunteers, Ulster Special Constabulary, Royal Ulster Constabulary (RUC) y Ulster Defense Regiment (UDR) por “garantizar que Irlanda del Norte haya sido una parte clave del Reino Unido durante 100 años”.

El periódico agregó: “Si bien debemos estar siempre atentos a la perspectiva del terrorismo político, afirmamos que los principales desafíos para el unionismo hoy surgen de la apatía de los votantes a corto plazo y del Protocolo de Irlanda del Norte a largo plazo”.

En cuanto al Protocolo, dice que el impacto total no tendrá efecto hasta dentro de varios años, momento en el cual será "demasiado tarde para reparar el daño" a la unión.

El documento dice: “Los unionistas solo deberían votar por personas que se hayan opuesto públicamente al Protocolo y estén comprometidas con la eliminación de todos los controles que impone a las mercancías que viajan dentro del Reino Unido para su uso dentro del Reino Unido.

El Protocolo está en claro conflicto con el Artículo 6 del Acta de Unión. Además, ignora por completo el principio de consentimiento y relación Este-Oeste supuestamente consagrado en el Acuerdo de Belfast de 1998.

El Protocolo contempla que Irlanda del Norte y su gente permanezcan sujetos a las leyes y reglamentos elaborados por la UE. Se debe defender la soberanía del Reino Unido, sin que ninguna de sus partes constituyentes esté sujeta a leyes extranjeras”.

Agrega: “Algunos pueden afirmar que el Protocolo está funcionando para las empresas en Irlanda del Norte. En algunos casos, el comercio puede haber aumentado, especialmente con la República de Irlanda como resultado del Protocolo y la realineación de las líneas de suministro.

Sin embargo, esta ganancia financiera a corto plazo para algunos se verá ensombrecida por las implicaciones financieras a largo plazo para muchos otros, ya que estamos cada vez más separados de nuestros mercados más importantes en Gran Bretaña.

Se deben implementar todos los medios democráticos disponibles para ver el Protocolo confinado a la historia y no debe haber regreso a Stormont mientras los problemas relacionados con el Protocolo sigan sin resolverse”.

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