Unos 95 fugados del P.IRA son sospechosos de haber cometido casi 300 asesinatos en el marco de unos 200 ataques, según el subcomisario del PSNI, Drew Harris.
Estas declaraciones de Harris fueron realizadas a diputados británicos recientemente.
De acuerdo con lo dicho por Drew Harris, los fugados del P.IRA habían recibido cartas del Gobierno británico del laborista Tony Blair (entre 1997 y 2007), en las que se afirmaba que no serían procesados por crímenes cometidos en el pasado.
Entre los voluntarios fugados, según Harris, hay destacados miembros del IRA Provisional.
Los delitos que se sospecha que cometieron se encuadran el el período entre 1969 y 1998, conocido como los Troubles.
Las misivas que Londres envió sobre todo desde 2005 a 228 "fugados" del P.IRA, les aseguraba que podían regresar al Norte sin riesgo de ser apresados por las fuerzas del orden por delitos cometidos antes de la firma del acuerdo de paz de Viernes Santo (1998).
Una de esas cartas sirvió para que un tribunal suspendiera recientemente el juicio contra el irlandés John Downey, de 62 años, acusado del asesinato de cuatro soldados británicos en 1982, decisión que provocó una gran polémica entre unionistas y víctimas con los representantes políticos Provisionales.
Estas declaraciones de Harris fueron realizadas a diputados británicos recientemente.
De acuerdo con lo dicho por Drew Harris, los fugados del P.IRA habían recibido cartas del Gobierno británico del laborista Tony Blair (entre 1997 y 2007), en las que se afirmaba que no serían procesados por crímenes cometidos en el pasado.
Entre los voluntarios fugados, según Harris, hay destacados miembros del IRA Provisional.
Los delitos que se sospecha que cometieron se encuadran el el período entre 1969 y 1998, conocido como los Troubles.
Las misivas que Londres envió sobre todo desde 2005 a 228 "fugados" del P.IRA, les aseguraba que podían regresar al Norte sin riesgo de ser apresados por las fuerzas del orden por delitos cometidos antes de la firma del acuerdo de paz de Viernes Santo (1998).
Una de esas cartas sirvió para que un tribunal suspendiera recientemente el juicio contra el irlandés John Downey, de 62 años, acusado del asesinato de cuatro soldados británicos en 1982, decisión que provocó una gran polémica entre unionistas y víctimas con los representantes políticos Provisionales.
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