La acción fue en represalia por un recrudecimiento de los ataques sectarios contra los nacionalistas del norte. Un portavoz del IRA declaró que estaban tomando posesión “en nombre de los trabajadores expulsados de Belfast”.
Se trajeron refugiados de los pogromos de Belfast y rápidamente se acondicionaron dormitorios para acomodarlos.
Los Voluntarios republicanos suministraron a los refugiados alimentos y artículos esenciales que habían sido incautados durante la campaña de boicot del IRA contra las empresas unionistas.
La acción tuvo lugar en vísperas de una convención del IRA que había sido organizada por líderes del IRA en contravención directa de un intento de prohibición emitido por Arthur Griffith.
Griffith había emitido la prohibición el 16 de marzo porque sabía que los voluntarios de base del IRA rechazarían el Tratado si tuvieran la oportunidad de votarlo democráticamente.
Griffith, Collins y otros dentro de la facción contrarrevolucionaria a favor del Tratado estaban ocupados consolidando sus fuerzas tratando de socavar la oposición republicana antes de un enfrentamiento inevitable con sus antiguos camaradas.
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