Las fuerzas a favor del tratado, siguiendo las órdenes de Richard Mulcahy, habían venido de Clare para ocupar el cuartel tras su evacuación por las tropas británicas en febrero de 1922.
Sin embargo, la mayoría del IRA de Limerick, dirigido por Ernie O'Malley, estaba firmemente en contra del tratado y había repudiado la autoridad del personal del Cuartel General pro-Tratado de Mulcahy.
La tensión se había acumulado durante unos días cuando O'Malley exigió la entrega de los cuarteles al IRA de Limerick.
Ambos bandos habían reforzado sus fuerzas aportando fuerzas adicionales de los condados circundantes.
En un momento, O'Malley hizo desfilar a sus fuerzas republicanas a la vista del cuartel para animar a los que estaban dentro a rendirlo.
Las negociaciones locales para romper el punto muerto fracasaron hasta que Liam Lynch intervino y logró cerrar un trato.
El cuartel fue entregado al IRA anti-tratado sin disparar un solo tiro en una victoria sustancial, aunque temporal, sobre las fuerzas contrarrevolucionarias que entonces se estaban uniendo en apoyo del Tratado.
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