La alerta de seguridad se desató el jueves por la mañana en las instalaciones de Ramoan Road cuando se hizo el descubrimiento. El edificio fue evacuado, al igual que otros de la zona.
Expertos en desactivación de explosivos del ejército británico acudieron a la escena, llevando a cabo una explosión controlada.
La policía cree que los dispositivos fueron lanzados en los terrenos de la estación en algún momento durante la noche.
La alerta terminó por la tarde, y a los evacuados se les permitió regresar a sus locales.
El Superintendente John Magill dijo: "Esta era una situación peligrosa para la comunidad de Ballycastle, así como para los agentes de policía y el personal".
"Ramoan Road es una calle muy transitada y las empresas y los centros de salud y de atención social se encuentran cerca de la estación".
"Dos dispositivos fueron lanzados en los terrenos de la estación de policía y fueron descubiertos esta mañana. Uno era un dispositivo incendiario viable, el otro un engaño".
"La policía y el pueblo de Ballycastle tienen una relación positiva en términos generales".
Desde Sinn Féin, Daithí McKay ha condenado a los responsables de la alerta.
"Esta alerta y quienes están detrás de ella deben ser condenados. Lo único que ha hecho es traer la interrupción de la vida de la comunidad local", dijo.
"Los responsables deben poner fin a estas acciones fútiles inmediatamente y dejar que la gente siga adelante con sus vidas."
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