Los debates en la Asamblea Legislativa de Belfast se caracterizaban por la pasión, la ironía y el sarcasmo, y después de unos meses de descanso, la jornada de ayer vio revivir esa misma pasión durante la discusión presupuestaria. Dejá vu, se podría decir, pero con cambios significativos. Si antes los ataques se producían entre aquellos partidos que representaban las dos tradiciones principales en el norte de Irlanda, es decir, entre unionistas y republicanos, en esta ocasión -y quizás como muestra de lo mucho que ha cambiado la política irlandesa- el enfrentamiento ha sido entre SDLP y UUP, por una parte, y Alliance, DUP y Sinn Féin. por la otra. Y es que SDLP y UUP se han alineado con la posición de los partidos opositores a pesar de sentarse en la mesa del Ejecutivo norirlandés, quizás en previsión de la batalla electoral del 5 de mayo.
Así pues, tras siete horas de debate televisado y varias votaciones en las que se desestimaron las mociones presentadas por ambas formaciones, los presupuestos del Gobierno norirlandés superaron este segundo procedimiento y van camino de su aplicación final.
El problema es que tanto SDLP como UUP se oponen a los presupuestos que ha presentado su propio Gobierno, que implementa los recortes presupuestarios impuestos desde la Administración británica en Londres, liderada curiosamente por el partido conservador, el socio electoral del UUP en los últimos comicios.
Tanto UUP como SDLP reclamaron reformas presupuestarias para conseguir mayor financiación para sus carteras. El ministro de Sanidad, Michael McGimpsey (UUP), reclamó casi 200 millones de euros extras para su Ministerio. Margaret Ritchie, líder del SDLP y ministra de Agricultura, presentó una moción criticando la falta de programa de Gobierno y la falta de estrategia de futuro.
El ministro de Finanzas, Sammy Wilson, del DUP, afirmó que había explorado todas las posibilidades para asegurar otras fuentes de financiación a la vez que acusaba a SDLP y UUP de no presentar alternativas. «Creo que es una vergüenza que el ministro de Sanidad busque justificación para sus acciones, o quizás la falta de ellas, en los medios cuando nunca les ha presentado a sus colegas del Ejecutivo planes para que los servicios sanitarios sean más efectivos», acusó Wilson, quien recordó que los presupuestos norirlandeses están enmarcados en el contexto de la reducción de casi seis mil millones de euros anunciados por el gobierno de Londres. Las cuentas presentadas recogen un incremento de 150 millones de euros en el presupuesto del Ministerio de Sanidad.
Mitchel McLaughlin, de Sinn Féin acusó, por su parte, a UUP y SDLP de haber fallado a los norirlandeses durante el debate presupuestario en el Parlamento de Londres, donde se decidieron los recortes presupuestarios. «Creo que sus contribuciones demostrarán que no han añadido una libra a las propuestas que hoy presentamos», dijo.
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