Poco después del estallido de la Primera Guerra Mundial, Redmond lideró una división en el movimiento de los Voluntarios, enviando a los voluntarios a la guerra en nombre de la autonomía.
En contraste, la mayoría de los miembros de Cumann na mBan optaron por quedarse con los Voluntarios Irlandeses y desalentaron activamente el alistamiento en el Ejército Británico.
Sus miembros se convencieron cada vez más de la necesidad de una rebelión armada contra el dominio británico. Aparte de las mujeres del Ejército Ciudadano Irlandés, todas las demás mujeres que participaron en el Levantamiento de 1916 eran miembros de Cumann na mBan.
Después del Levantamiento, la organización adoptó la Proclamación de 1916 y sus miembros pasaron a desempeñar un papel vital en la popularización de los ideales republicanos, organizando el apoyo a los prisioneros republicanos, haciendo campaña en las elecciones generales de 1918, entre otras actividades.
Los miembros de Cumann na mBan fueron muy activas durante la Guerra Tan y, después, 419 miembros de Cumann na mBan votaron en contra del Tratado, con solo 63 votos a favor.
Sus miembros eran muy conscientes de que la contrarrevolución sería dirigida por fuerzas reaccionarias que querían "volver a poner a las mujeres en su caja".
Su creencia de que solo una coalición progresista de socialistas, republicanos, sindicalistas, grupos de mujeres, grupos comunitarios y culturales podría hacer realidad los ideales de la República resultó ser correcta.
Su papel, y el papel de las mujeres en general, en el período revolucionario ha sido ignorado, o pasado por alto, durante demasiado tiempo.
Hoy rendimos homenaje a su legado; es un legado que inspira la lucha por una Nueva República, una que tiene la liberación de la mujer y la igualdad de género en su núcleo.
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