"Cómo puede la UE atreverse a decir que quieren anexionarse una parte del Reino Unido y quitársela a los gobiernos del resto del Reino Unido", planteó el parlamentario del Partido Unionista Democrático (DUP, en sus siglas en inglés).
El diputado unionista volcó su furia contra la UE durante su turno de preguntas a la ministra de Irlanda del Norte, Karen Bradley, quien compareció ante el comité de la cámara baja de Westminster sobre la dividida región británica.
"Estoy indignado y horrorizado", remarcó el hijo del ya fallecido reverendo presbiteriano del mismo nombre que fundó el DUP, se opuso a los acuerdos de paz y concluyó cogobernando la autonomía con los republicanos del Sinn Féin.
El DUP sostiene con sus diez diputados al minoritario Gobierno conservador de Theresa May, a quien le ha pasado la factura en al menos dos ocasiones públicas.
La semana pasada rechazó rubricar el principio de acuerdo alcanzado con Sinn Féin para restaurar el autogobierno compartido, que había motivado el traslado a Belfast de May y su homólogo irlandés, Leo Varadkar.
La primera ministra retrasó la conclusión de la negociación del divorcio de la UE el pasado diciembre para garantizar la integridad económica de la totalidad del Reino Unido que le exigieron sus socios unionistas.
Bradley ha repetido dicha promesa ante el comité de Irlanda del Norte, dando pie a Paisley a declararse "satisfecho" de que el Ulster "será tratado como el resto de Reino Unido" en el Brexit.
De acuerdo con Paisley, en esta fase de la negociación del Brexit, el Ejecutivo de May se "enfrenta a la más colosal prueba de carácter y determinación" en su relación con la Comisión Europea y los 27 líderes comunitarios.
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