Noticia integra de Europa press vía eldiario.es; Harold Good, reverendo protestante y mediador de la
paz en Irlanda del Norte, junto al sacerdote católico norirlandés Alec
Reid, ha pedido al Gobierno español que responda "al pequeño paso de
ETA" del sellado de armas que hicieron público el pasado viernes los
verificadores internacionales y le ha pedido que "repatrie a los presos"
de la banda.
En una carta abierta dirigida al
Ejecutivo de Mariano Rajoy, Good ha afirmado que sabe que ETA quiere
llegar "al decomiso total y verificable", y cree que un "impasse" puede
"arrastrar" a nuevas generaciones de jóvenes a "nuevos conflictos".
En su misiva, el sacerdote explica que escribe "como alguien que ha
sido invitado al País Vasco en muchas ocasiones" para reunirse "con
personas genuinamente sinceras y grupos que están comprometidos con la
búsqueda de una paz justa y duradera en esa bella región de España".
Tras señalar que en cada una de sus visitas, se ha vuelto "cada vez más
consciente de muchos paralelismos entre la situación en ese país y la
historia reciente de Irlanda del Norte", ha indicado que, "por todas
estas razones", le animó "enormemente conocer la reciente noticia sobre
el tan esperado primer paso hacia el decomiso completo de las armas de
ETA".
"Lamentablemente, según leía la respuesta despectiva del Ministro del
Interior Jorge Fernández Díaz, mi euforia duró poco y fue reemplazada
rápidamente por un profundo sentimiento de preocupación, así como
decepción", añade.
Harold Good apunta que su
"profunda preocupación personal sobre el futuro del proceso de paz en la
región vasca aumentó tras leer la noticia sobre la citación judicial a
los verificadores internacionales", en especial en lo referente a uno de
ellos, Chris McCabe, "funcionario público jubilado de Irlanda del
Norte, muy respetado".
En esta línea, ha recordado
que McCabe, "habiendo servido como responsable del más alto rango en la
Oficina de Irlanda del Norte, ha estado íntimamente involucrado en el
proceso de paz de Irlanda del Norte que nos ha llevado a donde estamos
ahora". "Afortunadamente, después de cierto cuestionamiento frente a un
tribunal español, él y sus colegas han sido liberados", ha añadido.
A su juicio, "este incidente, junto con la respuesta del ministro del
Interior, no habrán hecho nada para aplacar la prolongada oposición de
la ciudadanía vasca, así como de los independentistas, a la actitud de
su Gobierno en Madrid". "Como en Irlanda del Norte, debemos ser muy
conscientes del impacto de un impasse sobre la generación más joven que,
potencialmente, pueden verse arrastrados a nuevos conflictos", señala.
"UN PRIMER PASO"
Tras admitir que, al principio, tras conocer el armamento que había
sellado ETA, "estaba sorprendido y decepcionado por la pequeña cantidad
de armas y municiones que se puso fuera de uso", ha destacado que "lo
que podría parecer un 'gesto teatral' para su Gobierno habrá
representado un gran primer paso para una organización militar como
ETA".
"Como en cualquier viaje, los primeros pasos
son los más importantes y, a veces, los más difíciles. Para la dirección
de ETA, que se haga caso omiso a sus primeros pasos, hace que sea mucho
más difícil para ellos seguir con lo que sé que realmente quieren
hacer, el decomiso total y verificable de todas sus armas", asegura.
En este contexto, apunta "la necesidad de una respuesta positiva a
cualquier gesto positivo, sea alto el fuego o de otro tipo, fue una de
las lecciones fundamentales de nuestra experiencia en Irlanda del
Norte". "En la resolución de cualquier conflicto o disputa existe un
principio de 'reciprocidad'. Si no se aborda en las primeras etapas de
un proceso, este va a flaquear y fracasar", asevera.
De esta forma, ha explicado que "esto significa que asumir el riesgo
político de aceptar éste y cualquier gesto futuro de ETA hará mucho más
posible conseguir lo que todas las personas de buen juicio de todo el
mundo anhelan".
"REPATRIACIÓN DE LOS PRESOS"
"Por lo tanto, como un observador bien informado de la situación de su
país, así como de Irlanda del Norte y otros lugares, les ruego que
respondan a este primer pequeño paso atendiendo seriamente las demandas
en cuanto al trato y la repatriación de los presos", precisa.
En su opinión, "lo ideal sería hacerlo en conversaciones con ETA o
representantes independientes y de conformidad con los principios
europeos de Derechos Humanos". "Haciéndolo así, ganaría el apoyo y el
respeto de sus vecinos europeos. En todo esto, soy muy consciente del
daño y del dolor de las víctimas de la violencia de ETA. Sus voces deben
ser escuchadas", indica.
Harold Good subraya que
sólo puede decir que, en la verificación del proceso de Irlanda del
Norte, o proceso de decomiso se tuvo "muy presentes a todas las víctimas
del conflicto". "Para el Padre Alec Reid y para mí el propósito
principal de la acción era asegurarse de que no habría más víctimas", ha
afirmado.
Además, apunta al Ejecutivo de Rajoy que,
"como un gobierno elegido democráticamente, entenderán que ETA también
tendrá sus 'bases', que hace falta convencer para que den lo que para
ellos será un próximo paso audaz".
"Pero en última
instancia, lo que más importa es que todas las partes en un conflicto
estén dispuestas a hacer lo que es moralmente correcto y defendible.
Para mí eso fue lo más importante que aprendí del exprimer ministro de
Sudáfrica, F.W. de Klerk, quien nos habló de la actitud reacia con la
que empezó el viaje. Para nosotros ése fue el modelo de nuestro proceso
de paz en Irlanda del Norte: hacer lo correcto, diferenciándolo de lo
que podría ser visto como políticamente conveniente", añade.
Por ello, ruega al Gobierno central, al igual que a ETA, "que
consideren esto en su búsqueda de una solución a su conflicto". "En
cuanto a nosotros, un conflicto no resuelto de casi cuarenta años ha
durado cuarenta años de más. Tengo buenas razones para creer que lo que
pudiera parecerles a ustedes como un acto intrascendente de decomiso es,
de hecho, una declaración altamente simbólica de intenciones. Les insto
a aceptarlo como tal", señala.
Tras precisar que es
"plenamente consciente" de que lo que está pidiendo "puede implicar un
riesgo político para un gobierno debidamente electo", dice que "puede
haber decepciones y chascos, arranques y paradas, de un lado o del
otro".
"Éstos son los riesgos que hay que tomar. Pero
los riesgos de no hacerlo son probablemente mucho mayores que el riesgo
de una positiva, aunque prudente, respuesta. Y lo más importante de
todo, que no consideren el hecho de 'hablar' como una rendición. En
cualquier conflicto, en discordias domésticas o luchas políticas, no hay
alternativa al diálogo", ha apuntado.
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