Dejando una vez más claro la necesaria lectura crítica de la noticia
(incluidos los términos incorrectos), ponemos a continuación una noticia
de lainformación.com vía EFE que consideramos interesante por cuanto refleja unas posiciones
concretas, nuevamente de Peter Robinson, que son necesarias para
seguir el desarrollo de la polémica surgida en torno a los "huidos" y
las cartas de presunta inmunidad.
El ministro principal norirlandés, Peter Robinson, afirmó hoy que el exprimer ministro Tony Blair "engañó y ocultó" deliberadamente el caso de las amnistías concedidas a ex miembros del ya inactivo Ejército Republicano Irlandés (IRA).
Robinson intervino en una sesión extraordinaria de la Asamblea autónoma convocada por él mismo el miércoles, cuando amenazó con dimitir, si bien dio marcha atrás ayer tras anunciarse la apertura de una investigación judicial sobre este asunto, que ha puesto en peligro la marcha del proceso de paz.
El líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) aseguró que su predecesor al frente de la formación y del Ejecutivo de Belfast durante un año (2007-2008), el reverendo Ian Paisley, escribió a Blair para constatar que no se habían ofrecido concesiones al Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, respecto a los miembros "fugados" de la organización terrorista.
"La respuesta de que no había planes para legislar y que no habría amnistías fue un engaño deliberado, un engaño por omisión, pues el Gobierno podría haber indicado que había un proceso administrativo en marcha para enviar cartas a fugados", dijo Robinson.
El dirigente protestante hacía referencia a las misivas que Londres ha enviado desde 2005 a casi 200 "fugados" del IRA, en las que se les aseguraba que podían regresar a Irlanda del Norte sin riesgo de ser apresados por las fuerzas del orden por delitos cometidos antes de la firma del acuerdo de paz de Viernes Santo (1998).
Una de esas cartas sirvió para que un tribunal suspendiera este miércoles el juicio contra el irlandés John Downey, de 62 años, acusado del asesinato de cuatro soldados británicos en un atentado perpetrado por el IRA en 1982, decisión que ha encendido a las víctimas.
"El resultado del caso Downey es moralmente indignante y una afrenta a la Justicia, pero sobre todo ha expuesto ante la opinión pública un plan que fue acordado hace más de una década entre el Gobierno y el Sinn Fein", denunció Robinson.
El Gobierno británico de coalición entre conservadores y liberaldemócratas, en el poder desde 2010, ha confirmado que ha enviado 38 cartas a "fugados", pero la mayoría de ellas, unas 200, fueron redactadas por el anterior Ejecutivo laborista, que introdujo esta iniciativa legal en 2005.
La lista de republicanos buscados por las fuerzas del orden fue elaborada por el Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, tras conversaciones con Londres y formaba parte de sus condiciones para seguir adelante con los contenidos del Acuerdo de Viernes Santo.
La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, aseguró hoy que su antecesor en el cargo, Owen Paterson (2010-2012), comunicó al Sinn Fein que no consideraría más casos de "fugados" que los casi 200 ya presentados.
La titular para la provincia explicó que Paterson dejó en manos de la formación nacionalista la decisión de informar sobre este trato al resto de partidos del Gobierno de Belfast.
El Sinn Fein de Gerry Adams y Martin McGuinness, viceministro principal, sostiene que todos sus socios estaban al tanto de esta cuestión, que consideran clave para la marcha del proceso de paz y para abordar la situación de los excombatientes republicanos.
El ministro principal norirlandés, Peter Robinson, afirmó
Robinson intervino en una sesión extraordinaria de la Asamblea autónoma convocada por él mismo el miércoles, cuando amenazó con dimitir, si bien dio marcha atrás ayer tras anunciarse la apertura de una investigación judicial sobre este asunto, que ha puesto en peligro la marcha del proceso de paz.
El líder del mayoritario Partido Democrático Unionista (DUP) aseguró que su predecesor al frente de la formación y del Ejecutivo de Belfast durante un año (2007-2008), el reverendo Ian Paisley, escribió a Blair para constatar que no se habían ofrecido concesiones al Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, respecto a los miembros "fugados" de la organización terrorista.
"La respuesta de que no había planes para legislar y que no habría amnistías fue un engaño deliberado, un engaño por omisión, pues el Gobierno podría haber indicado que había un proceso administrativo en marcha para enviar cartas a fugados", dijo Robinson.
El dirigente protestante hacía referencia a las misivas que Londres ha enviado desde 2005 a casi 200 "fugados" del IRA, en las que se les aseguraba que podían regresar a Irlanda del Norte sin riesgo de ser apresados por las fuerzas del orden por delitos cometidos antes de la firma del acuerdo de paz de Viernes Santo (1998).
Una de esas cartas sirvió para que un tribunal suspendiera este miércoles el juicio contra el irlandés John Downey, de 62 años, acusado del asesinato de cuatro soldados británicos en un atentado perpetrado por el IRA en 1982, decisión que ha encendido a las víctimas.
"El resultado del caso Downey es moralmente indignante y una afrenta a la Justicia, pero sobre todo ha expuesto ante la opinión pública un plan que fue acordado hace más de una década entre el Gobierno y el Sinn Fein", denunció Robinson.
El Gobierno británico de coalición entre conservadores y liberaldemócratas, en el poder desde 2010, ha confirmado que ha enviado 38 cartas a "fugados", pero la mayoría de ellas, unas 200, fueron redactadas por el anterior Ejecutivo laborista, que introdujo esta iniciativa legal en 2005.
La lista de republicanos buscados por las fuerzas del orden fue elaborada por el Sinn Fein, antiguo brazo político del IRA, tras conversaciones con Londres y formaba parte de sus condiciones para seguir adelante con los contenidos del Acuerdo de Viernes Santo.
La ministra británica para Irlanda del Norte, Theresa Villiers, aseguró hoy que su antecesor en el cargo, Owen Paterson (2010-2012), comunicó al Sinn Fein que no consideraría más casos de "fugados" que los casi 200 ya presentados.
La titular para la provincia explicó que Paterson dejó en manos de la formación nacionalista la decisión de informar sobre este trato al resto de partidos del Gobierno de Belfast.
El Sinn Fein de Gerry Adams y Martin McGuinness, viceministro principal, sostiene que todos sus socios estaban al tanto de esta cuestión, que consideran clave para la marcha del proceso de paz y para abordar la situación de los excombatientes republicanos.
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